TENIA RAZON...
La Sección Tercera del Tribunal Europeo de Estrasburgo ha sentenciado que los magistrados García Ancos, Bacigalupo Zapatero y Martinez-Pereda, violaron el artículo 6.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, al condenar en 1999 al Juez Javier Gómez de Liaño por supuesto delito de prevaricación continuada al instruir la querella contra Canal Plus y Sogecable, por ello, el Juez, fue condenado al pago de una multa y al no ejercicio de cargos públicos durante quince años. Por imperativo legal, tuvo que abandonar la judicatura a la que no volvió tras ser indultado, (es de imaginar que con tal decepción se le borrara el deseo de lucir las puñetas). Al final, teniendo que acudir a un alto Tribunal se ha hecho justicia, justicia que en nada puede paliar el mal que en su día sufrió e imagino las noches de insomnio viendo truncada toda una brillante carrera profesional y ser condenado, sabedor de la injusticia y de su inocencia.
Que tres altos magistrados se vean implicados en una trama y que hagan uso del poder que se les otorga a favor de uno u otro según la conveniencia e intereses de un tercero es algo que pone los pelos de punta, sobre todo miedo al saber que presuntamente exista la posibilidad de que las decisiones judiciales puedan ser impuestas no por quienes tienen el deber de impartir justicia sino de quienes detentan el poder político o económico de este puñetero país de países.
A estas alturas, nadie duda de la eficacia de la prensa, o te encumbran creando ídolos con pies de barro o te remiten al cubo social de excrementos en menos que canta un gallo, no dejo de predicar que es lamentable que seamos condenados por una sociedad hipócrita, en demasiados casos ávida de carnaza sin que nadie absolutamente nadie haya valorado la versión de los hechos que se nos imputan, falsas denuncias que llevan a la noche en camastro entre barrotes, conducción ante el juez de guardia bajo custodia policial, fotografiado sin más, cuando al poco se sale por la puerta principal inocente y sin causa, pero… la detención en demasiados casos ya nos ha arruinado la vida. Tras una Constitución que proclama el derecho a la presunción de inocencia, son demasiados los casos en que se trata a los presuntos con demasiada saña, pisoteando derechos y vulnerando el derecho a la intimidad, luego por otra parte, ves a confesos y condenados que son titulares de revistas intentando buscar la pena penita pena del “pueblo” y crear la empatia necesaria que hace que se convierta en “famoso” un verdadero sinvergüenza estafador y ladrón.
Tras esta Sentencia, un hombre ha sido restituido de la honradez de la que publicamente se le había privado, quizás sean muchos/as a los que le importe un pimiento la sucedido y es mas que probable que al no salir el caso, ni la persona en programas ni revistas basura, ni tan siquiera sepan quien era Su Señoría, de seguro que ninguno de los que acusaron, opinaron y pusieron en entredicho su honorabilidad y buen hacer profesional escribirá una simple letra para pedir perdón o simplemente para rectificar lo que en su día dijo, así son de cobardes los “iscariotes” de siempre.
No son precisamente mayoría quienes tiene fe en la Administración de Justicia, y más cuando se leen titulares que exponen a diario su mal funcionamiento, pero es cierto que en muchas ocasiones funciona, como en todas partes siempre hay manzanas podridas que tristemente ocultan el buen hacer del día a día de los muchos y muchas que presiden los tribunales, al final y aunque ha tenido que ser un Alto Tribunal europeo, se ha hecho justicia, ha visto recompensada su voluntad y proclamada su inocencia, ahora que callen las hienas, que escondan su rabo y se metan en las cloacas al oír los pasos de todo un Juez que ha visto recompensada su tenacidad.
Que tres altos magistrados se vean implicados en una trama y que hagan uso del poder que se les otorga a favor de uno u otro según la conveniencia e intereses de un tercero es algo que pone los pelos de punta, sobre todo miedo al saber que presuntamente exista la posibilidad de que las decisiones judiciales puedan ser impuestas no por quienes tienen el deber de impartir justicia sino de quienes detentan el poder político o económico de este puñetero país de países.
A estas alturas, nadie duda de la eficacia de la prensa, o te encumbran creando ídolos con pies de barro o te remiten al cubo social de excrementos en menos que canta un gallo, no dejo de predicar que es lamentable que seamos condenados por una sociedad hipócrita, en demasiados casos ávida de carnaza sin que nadie absolutamente nadie haya valorado la versión de los hechos que se nos imputan, falsas denuncias que llevan a la noche en camastro entre barrotes, conducción ante el juez de guardia bajo custodia policial, fotografiado sin más, cuando al poco se sale por la puerta principal inocente y sin causa, pero… la detención en demasiados casos ya nos ha arruinado la vida. Tras una Constitución que proclama el derecho a la presunción de inocencia, son demasiados los casos en que se trata a los presuntos con demasiada saña, pisoteando derechos y vulnerando el derecho a la intimidad, luego por otra parte, ves a confesos y condenados que son titulares de revistas intentando buscar la pena penita pena del “pueblo” y crear la empatia necesaria que hace que se convierta en “famoso” un verdadero sinvergüenza estafador y ladrón.
Tras esta Sentencia, un hombre ha sido restituido de la honradez de la que publicamente se le había privado, quizás sean muchos/as a los que le importe un pimiento la sucedido y es mas que probable que al no salir el caso, ni la persona en programas ni revistas basura, ni tan siquiera sepan quien era Su Señoría, de seguro que ninguno de los que acusaron, opinaron y pusieron en entredicho su honorabilidad y buen hacer profesional escribirá una simple letra para pedir perdón o simplemente para rectificar lo que en su día dijo, así son de cobardes los “iscariotes” de siempre.
No son precisamente mayoría quienes tiene fe en la Administración de Justicia, y más cuando se leen titulares que exponen a diario su mal funcionamiento, pero es cierto que en muchas ocasiones funciona, como en todas partes siempre hay manzanas podridas que tristemente ocultan el buen hacer del día a día de los muchos y muchas que presiden los tribunales, al final y aunque ha tenido que ser un Alto Tribunal europeo, se ha hecho justicia, ha visto recompensada su voluntad y proclamada su inocencia, ahora que callen las hienas, que escondan su rabo y se metan en las cloacas al oír los pasos de todo un Juez que ha visto recompensada su tenacidad.