MITOS, LEYENDAS Y REALIDADES
Ha sido hallado en la Escuela de Otón un manuscrito que data de 1460 por el cual la imagen del legendario Robin Hood no queda precisamente bien parada, de alma caritativa que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, ha pasado a ser un pandillero dedicado al saqueo indiscriminado. Al parecer y según el estudio que se publicara en el Journal of Medieval History, podría tratarse de varios delincuentes que gracias al arte y al mito se fusionaron en uno que fue elogiado y dado a conocer por los trovadores y los contadores de leyendas en los mercados medievales, incluso parece ser, que el hallazgo dará luz sobre su origen, terminando con la rivalidad entre Yorkshire o Nottinghamhire dado que han llegado a la conclusión de que no fue mas que una leyenda. Al fin y al cabo es lo que pensábamos todos, ya que un fulano con faldita de piel, medias de color, gorrito con pluma y con un montón de amiguetes a cada cual mas simpático era creíble antes de cumplir los diez años, con el paso del tiempo van muriendo los héroes, surge la realidad y supervive le leyenda.
Hollywood no solo distorsiona la historia con sus películas, sino que es especialista en la creación de mitos que a ciertas edades creemos realidad, como todos, pedí sin resultado alguno tener un amigo como Rin Tin Tin que luego cambie por un collie por aquello de Lassie, incluso me decante por Milu, todos aventureros, ya entrado en años me hice inseparable de un “ratero” pequeño y parecido al de los Simpson, así son las cosas.
Después de las clases de historia y las pelis sobre el mismo tema, en el altillo de casa, fabrique con otros compañeros una especie de almena desde donde oteando el horizonte luchamos briosamente contra imaginarias legiones romanas, hordas bárbaras, guerrillas incas, mesnadas almohades, tropas napoleónicas y contra los caza cueros cabelludos comandados por Perro Rabioso o Pollo Despellejado, hacíamos uso de las espadas romanas, de los arcos de Robin, de la ballesta de Tell, de los fusiles y colts, incluso de las hondas y en este caso se interrumpía la batalla cuando alguno salía con la mano a la cabeza gritando como un loco mientras le brotaba un hilillo de sangre , era entonces cuando nos batíamos en retirada, tan efectiva como el ataque, en poco tiempo no quedaba absolutamente nadie en el campo de batalla.
Y que decir del mar, nos construimos verdaderos barcos de guerra con alguna que otra bañera, con cámaras de neumáticos de tractor que te desgarraban la piel cuando rozabas el “hierro” para el hinchado, allí fuimos cristianos, corsarios, piratas, conquistadores, vikingos, dependiendo de la película del momento, fuimos niños y fuimos héroes imaginarios.
Con el tiempo, el Cid se convirtió en un mercenario con amiguetes moros en sus correrias, Viriato al fin y al cabo un fulano luso cuya principal ocupación era la defensa de sus ovejas, Cortes no fue mas que un buscador de oro, cargándose a los indígenas sin ton ni son en pro del imperialismo hispano, Colon el gran almirante regreso encadenado por prevaricador, Don Rodrigo inicio la reconquista con una escaramuza y así podríamos enumerar incontables personajes que con el tiempo se convierten en humanos, con la edad no nos coge de sorpresa el desengaño porque a medida que pasa el tiempo uno se va acostumbrando a tales devaneos, lo que si es cierto es que existieran o no, fueran o no fueran, al menos nos hicieron soñar, nos hicieron sentir niños y sobre todo guerreros vencedores sin apreciar lo triste de las batallas, hoy quizás y después de haber dado mandoble, hacha y lanza a tanto moro, quizás un psicólogo me considerará con algún que otro trauma, incluso, se me podría diagnosticar como violento, psicoparanoide, racista y morofobo, pero que queréis que os diga, que nadie me quite esas tardes en que reviví la historia, las películas y las leyendas, fueran héroes, mitos o puros mortales, al fin y al cabo he de agradecer que me enseñaran a jugar , a imaginar, en realidad, resulta triste con el tiempo dejar de hacerlo en demasiadas ocasiones.
Hollywood no solo distorsiona la historia con sus películas, sino que es especialista en la creación de mitos que a ciertas edades creemos realidad, como todos, pedí sin resultado alguno tener un amigo como Rin Tin Tin que luego cambie por un collie por aquello de Lassie, incluso me decante por Milu, todos aventureros, ya entrado en años me hice inseparable de un “ratero” pequeño y parecido al de los Simpson, así son las cosas.
Después de las clases de historia y las pelis sobre el mismo tema, en el altillo de casa, fabrique con otros compañeros una especie de almena desde donde oteando el horizonte luchamos briosamente contra imaginarias legiones romanas, hordas bárbaras, guerrillas incas, mesnadas almohades, tropas napoleónicas y contra los caza cueros cabelludos comandados por Perro Rabioso o Pollo Despellejado, hacíamos uso de las espadas romanas, de los arcos de Robin, de la ballesta de Tell, de los fusiles y colts, incluso de las hondas y en este caso se interrumpía la batalla cuando alguno salía con la mano a la cabeza gritando como un loco mientras le brotaba un hilillo de sangre , era entonces cuando nos batíamos en retirada, tan efectiva como el ataque, en poco tiempo no quedaba absolutamente nadie en el campo de batalla.
Y que decir del mar, nos construimos verdaderos barcos de guerra con alguna que otra bañera, con cámaras de neumáticos de tractor que te desgarraban la piel cuando rozabas el “hierro” para el hinchado, allí fuimos cristianos, corsarios, piratas, conquistadores, vikingos, dependiendo de la película del momento, fuimos niños y fuimos héroes imaginarios.
Con el tiempo, el Cid se convirtió en un mercenario con amiguetes moros en sus correrias, Viriato al fin y al cabo un fulano luso cuya principal ocupación era la defensa de sus ovejas, Cortes no fue mas que un buscador de oro, cargándose a los indígenas sin ton ni son en pro del imperialismo hispano, Colon el gran almirante regreso encadenado por prevaricador, Don Rodrigo inicio la reconquista con una escaramuza y así podríamos enumerar incontables personajes que con el tiempo se convierten en humanos, con la edad no nos coge de sorpresa el desengaño porque a medida que pasa el tiempo uno se va acostumbrando a tales devaneos, lo que si es cierto es que existieran o no, fueran o no fueran, al menos nos hicieron soñar, nos hicieron sentir niños y sobre todo guerreros vencedores sin apreciar lo triste de las batallas, hoy quizás y después de haber dado mandoble, hacha y lanza a tanto moro, quizás un psicólogo me considerará con algún que otro trauma, incluso, se me podría diagnosticar como violento, psicoparanoide, racista y morofobo, pero que queréis que os diga, que nadie me quite esas tardes en que reviví la historia, las películas y las leyendas, fueran héroes, mitos o puros mortales, al fin y al cabo he de agradecer que me enseñaran a jugar , a imaginar, en realidad, resulta triste con el tiempo dejar de hacerlo en demasiadas ocasiones.