MANGANTES

La crisis pesa como una losa en la gestión de quienes ahora nos gobiernan, marchando de rositas los que con su mala administración no sabiendo como evitarla, la generaron. Estamos ante una situación preocupante, son miles las familias que cada día reciben notificaciones judiciales de desahucio o de ejecución hipotecaria, como son miles las que han pasado de una vida digna a la indignidad de malvivir con míseras subvenciones, precisando de la ayuda de asociaciones caritativas. No podemos negar que hemos vivido atando los perros con longanizas, en la absurda creencia de que esto no se acabaría, no solo tiene la culpa la ineptitud de un gobierno saliente dedicado mas a la demagogia que a la efectividad, sino a que nos hemos convertido en un pueblo incapaz de discernir y despreocupado de la cosa pública.
No voy a defender ni a unos ni a otros, hace ya mucho, demasiado tiempo que deje de creer en esos individuos que han convertido la política en una profesión, tanto el PP como el PSOE no son mas que partidos vendidos y esclavos de los mercados financieros, como dicen por mi tierra: “de los testículos de unos pueden colgar los de los otros”, a todo ello, añadir los sindicatos mayoritarios dirigidos por esos dos satrapillas apoltronados en su cargo como son el Méndez y el Fernández Totxo, personajes casposos que dirigen un conglomerado de empresas con mas de cinco mil trabajadores, que están en los consejos de administración de bancos, cajas y entidades públicas y privadas cobrando haberes millonarios, que obtienen subvenciones elevadísimas para cursos de formación, que se sostienen gracias a las ayudas publicas en un 76% y el resto a las cuotas de sus afiliados que no representan ni tan siquiera el 10% de los trabajadores, que no presentan cuentas, ni por supuesto son intervenidos por la Agencia Tributaria, junto a todos los demás, constituyen a una multitud de fulanos que perciben emolumentos que nada tienen que ver con el salario mínimo interprofesional o los mil euritos que perciben miles de trabajadores, como nada tienen que ver sus pensiones por ejercicio de cargo que este año en ayudas de complemento a las que ya reciben se van a dos millones y medio de euros que ni punto de comparación con las miserias que perciben jubilados y viudas, ellos, y los incluyo a todos, no son mas que sanguijuelas del erario publico. Al fin y al cabo, esto es un juego para alcanzar el poder y el dinerillo, donde todos los demás, los administrados, nos convertimos en una chillona masa de ignorantes de todo, que para que estemos contentos y nos creamos el cuento, nos permiten votar cada cuatro años.
Lo siento, no se si me estoy convirtiendo en un escéptico o esta despertando en mi ese espíritu revolucionario que tenia aletargado, los sindicatos de trabajadores compuestos por “trabajadores” son precisos y necesarios para salvaguarda de derechos y no los vendidos al dinero, como lo son los servidores públicos y no los delincuentes, quizás peque de utópico, precisamos de justicia social en un mundo donde no se entiende que mientras unos llenan de comida los cubos de basura otros muchos hurgan en ellos para poder comer. Casi prefiero ser un iluso a tener que “comerme el coco” al leer la prensa cada mañana, y por mas que lo evito, no puedo dejar de pensar en la madre que parió en su mayoría a esos demagogos, sinvergüenzas y cabrones que viven de meter mano en el cajón que llenamos todos.