INUTIL DESENTIERRO

Se nos va el inútil del Rodríguez Zapatero sin conseguir uno de sus mayores objetivos, ¿superar la crisis?, ¿dar solución al país?, ¿conseguir empleo? nooooo, desenterrar a Franco, para ello, y para que no se diga que es una decisión obsesiva personal, se nombro una comisión de “expertos” que tras largas e innumerables deliberaciones, cobrar sustanciosos emolumentos y todo lo demás, han elaborado un documento de treinta páginas que tras su exposición de motivos concluye con que: Franco no murió en la guerra civil y por tanto no merece estar entre los restos de los caídos, que José Antonio no merece un lugar preferente, que se erija un memorial con el nombre de todos los caídos fuera de la basílica para aquellos a los que les dé “asquito” pisar el suelo de un templo católico, y como remate final, como broche de oro indican: ¡¡¡que no poseen autoridad para ordenar nada!!!, ya que a tenor de los acuerdos del Estado con la Santa Sede es a esta a quien corresponde la autorización, por lo visto los “expertos” y el “inútil” gobierno no se enteraron de que iba el asunto, como pasa y seguirá pasando con eso de la chapuza nacional.
Tanto Franco como Pablo Iglesias o la Pasionaria como otros tantos personajes de nuestra historia poseen el mismo derecho a descansar en paz y que vaya a visitar su tumba quien quiera y quien desee rendirles tributo, ahí reside la libertad de cada uno en ensalzar al personaje, al fin y al cabo y como dice el refrán todo depende del color con que se mira. Considero que poseemos el derecho en poder rendir culto a quien nos pase por nuestras posaderas y me fastidia, me enerva, que el gobernante de turno me ponga barreras y sobre todo que me imponga sus caprichos en base a su militancia política.
La historia es la historia, y hay que respetarla al igual que sus personajes, si el inútil del Rodríguez se hubiera dedicado a aprender un poco de histoira, se habría enterado que tenemos un innumerable ramillete de personajes que vale más tenerlos en el olvido, dictadores, reyes, reinas, salvapatrias, revolucionarios de tres al cuarto etc. si además, se hubiera dedicado a visitar alguna que otra catedral, basílica, iglesia y monumento , se habría extasiado pisando y viendo lapidas y tumbas de nobles, guerreros, bastardos y sinvergüenzas y un sinfín de hijos de mala madre, que guardan santa sepultura.

Franco murió en la camita y fue enterrado con todos y cada uno de los honores que correspondía a un Jefe de Estado y a su rango militar, visitada su capilla por miles de españoles y fueron millones, incluidos los padres del inútil leones (su padre como secretario de ayuntamiento), los que contribuyeron a que este gobernara durante tantos años, no nos cabe la “gloria” de un alzamiento terminando con el sátrapa colgado como una ternera, ni suicidado escondido en un rincón de un bunker, ni fusilado tras ejemplar juicio ni tan siquiera muerto tras ser apaleado como una rata de alcantarilla como el último en caer, y por mucho que algunos se avergüencen de su mandato, aquí estuvo, aquí mando y aquí fue aclamado.
Que se erija un monumento en el Valle de los Caídos para todos, claro que sí y en cada pueblo de nuestra geografía se levante uno a los “Caídos en la Guerra Civil 1936-1939” porque todos fueron víctimas inocentes de la locura colectiva, fueron muchos a los que se les dio el tiro de gracia muriendo sin saber por qué puñetas merecían ese destino, todos, y no cabe duda tienen derecho a estar presentes en nuestra historia, pero cuando se derrumba el monolito con el nombre de unos y se sustituye otros, es revanchismo, en muchos casos con la Ley de Memoria Histórica solo se ha pretendido imitar a quien se pretende denostar.
Dejemos a los muertos donde están y que cada uno piense o crea libremente lo que quiera, tanto respeto merece quien lleva cinco rosas a José Antonio como claveles a la Pasionaria, si aprendemos de una puñetera vez a respetarnos quizás algún día aprendamos a convivir con las miserias y acontecimientos de nuestra historia.