BURKAS
A petición de varios grupos parlamentarios el Presidente gabacho lo ha tenido claro, no dudando un ápice en manifestar su total oposición a la utilización del “burka” en su territorio, los argumentos esgrimidos: “Es un problema de libertad y dignidad de la mujer, no es un signo religioso, es un signo de servidumbre, es un signo de humillación”.
La primera vez que vi a mujeres vestidas con el burka, tuve que mirar varias veces para convencerme de que no era una representación o que se trataba de un sueño, la imagen de las féminas era realmente surrealista en una céntrica calle de una capital europea.
Los suras indican: “ Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Dios les concedió a ellas… amonestadlas cuando sospechéis su infidelidad, encerradlas en habitaciones a parte y golpeadlas (4,34), “Di a los creyentes que bajen la mirada, que sean castas, que no muestren sus encantos, que pongan velos sobre sus pechos, que no muestren estos encantos mas que a sus esposos, o a sus padres, o a sus hijos o a los hijos de sus hijos…”
Si el burka se tratara de una simple vestimenta representativa, (no de una pequeña “carcel”), de un recurso ornamental o ceremonioso, no cabria oponerle demasiados obstáculos a sus exhibición excepto quizás la estética, o simplemente una exhibición pública de las propias creencias religiosas en un acto determinado, incluso cabria la aceptación tácita por un cierto folklorismo, pero no es así, la exhibición de tal prenda es la aplicación sin paliativos de una norma religiosa que se quedo dormida en las arenas del desierto hace siglos y que cientos de miles de fanáticos procuran cada día que no despierte o para decirlo de alguna manera, “evolucione” sumiendo a un pueblo en la incultura para poder seguir ostentando el poder los de siempre.
Habrá quien dirá que hay que respetar, que debemos asumir otras culturas, pero al igual que no admitimos o toleramos las ejecuciones publicas, la oblación, los sacrificios humanos o los malos tratos domésticos, tampoco debemos permitir cualquier acto y en este caso prenda que atente contra la dignidad de las personas y la exhibición publica al sometimiento de la autoridad varonil, que, denigra la igualdad y los derechos que tanto pregonan nuestras feministas por estos parajes, que por cierto, llama poderosamente la atención el silencio del que hacen gala ante tales muestras de esclavitud.
Estoy a favor de la integración, siempre he pregonado que nadie es mejor que nadie sea del color que sea, crea en lo que crea o venga de donde venga, hijos de mala madre hay en todas partes y de todos los colores, pero me duele cuando son ellos, los que crean su propios guetos, cuando son ellos, los que intentan imponer su cultura y cuando son ellos los que se automarginan, debemos y se debe respetar la integración, el pluralismo, las costumbres, la idiosincrasia, pero siempre bajo el imperio de los principios y valores fundamentales en lo que se sustenta y se debe sustentar la sociedad de acogida, démosles facilidades para la integración, recordándoles la obligación que tienen y tenemos los europeos de respetar las normas y los principios constitucionales, por encima de creencias y culturas y más, cuando están atentan abiertamente contra el principio fundamental de la libertad.
La primera vez que vi a mujeres vestidas con el burka, tuve que mirar varias veces para convencerme de que no era una representación o que se trataba de un sueño, la imagen de las féminas era realmente surrealista en una céntrica calle de una capital europea.
Los suras indican: “ Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Dios les concedió a ellas… amonestadlas cuando sospechéis su infidelidad, encerradlas en habitaciones a parte y golpeadlas (4,34), “Di a los creyentes que bajen la mirada, que sean castas, que no muestren sus encantos, que pongan velos sobre sus pechos, que no muestren estos encantos mas que a sus esposos, o a sus padres, o a sus hijos o a los hijos de sus hijos…”
Si el burka se tratara de una simple vestimenta representativa, (no de una pequeña “carcel”), de un recurso ornamental o ceremonioso, no cabria oponerle demasiados obstáculos a sus exhibición excepto quizás la estética, o simplemente una exhibición pública de las propias creencias religiosas en un acto determinado, incluso cabria la aceptación tácita por un cierto folklorismo, pero no es así, la exhibición de tal prenda es la aplicación sin paliativos de una norma religiosa que se quedo dormida en las arenas del desierto hace siglos y que cientos de miles de fanáticos procuran cada día que no despierte o para decirlo de alguna manera, “evolucione” sumiendo a un pueblo en la incultura para poder seguir ostentando el poder los de siempre.
Habrá quien dirá que hay que respetar, que debemos asumir otras culturas, pero al igual que no admitimos o toleramos las ejecuciones publicas, la oblación, los sacrificios humanos o los malos tratos domésticos, tampoco debemos permitir cualquier acto y en este caso prenda que atente contra la dignidad de las personas y la exhibición publica al sometimiento de la autoridad varonil, que, denigra la igualdad y los derechos que tanto pregonan nuestras feministas por estos parajes, que por cierto, llama poderosamente la atención el silencio del que hacen gala ante tales muestras de esclavitud.
Estoy a favor de la integración, siempre he pregonado que nadie es mejor que nadie sea del color que sea, crea en lo que crea o venga de donde venga, hijos de mala madre hay en todas partes y de todos los colores, pero me duele cuando son ellos, los que crean su propios guetos, cuando son ellos, los que intentan imponer su cultura y cuando son ellos los que se automarginan, debemos y se debe respetar la integración, el pluralismo, las costumbres, la idiosincrasia, pero siempre bajo el imperio de los principios y valores fundamentales en lo que se sustenta y se debe sustentar la sociedad de acogida, démosles facilidades para la integración, recordándoles la obligación que tienen y tenemos los europeos de respetar las normas y los principios constitucionales, por encima de creencias y culturas y más, cuando están atentan abiertamente contra el principio fundamental de la libertad.
6 Comments:
Hola a todos.
Estoy completamente de acuerdo con el artículo sobre el Burka. No se cual habrá sido el pronunciamiento, si lo habido del mandatario francés, pero a mi parecer la prohibición parte con poco rigor, dice Luc Chatel, portavoz gubernamental “se podría prohibir según su extensión y si este fuere impuesto o que su uso es forzado” a mi modesto entender deja una puerta abierta para una buena escapatoria. Por su parte la secretaria de Estado para los Asuntos Urbano es partidaria de su prohibición total, en tanto que la primera secretaria del Partido Socialista, manifiesta que de ser así las mujeres serán obligadas a quedarse en casa.
Creo que defines muy bien el tema de la integración, su defensa y lucha por mantener su cultura y tradiciones me parece lógica y totalmente humana, el problema, es que nosotros nos hemos apoltronado en que nuestra cultura, ya nos la hacen otros, ya me la servirán, si me apetece y tengo tiempo ya iré, no tengo tiempo para dedicarme a estas cosas, trabajar para la cultura del pueblo o país no es rentable, y así se podrá mantener una cultura popular, pero no potenciarla que de eso se trata, su cultura popular les une los hace fuertes, los hace libres, por esta razón su esfuerzo para darla a conocer y expandirla. No podemos esperar, debido a sus creencias y tradiciones que se integren en nuestra cultura a las primera de cambio, pero si debemos intentarlo, y ante todo si que deben acogerse de inmediato a las normas vigentes de la convivencia del país que los acoge, puesto que todos ellos saben de antemano cuales son, y de no complacerle deben elegir otro destino, pero en nuestra sociedad no debería caber la humillación que supone ver a una mujer en Burka. I mas aun cuando no estamos ante una imposición de carácter religioso, esta prenda según parece fue impuesta a principios del siglo XX por la clase social alta, para aislar a sus mujeres de la clase social baja, en definitiva del pueblo, esta norma con el paso del tiempo fue imitada por todas la clases sociales, en deterioro y humillación de la mujer Afgana, que creo que debido a la dureza de sus leyes se ha visto forzada aceptar esta degradable situación. Como siempre el poder e intereses económicos mandan.
Joan
Bienvenido Joan a este blog del Sanbernat, de acuerdo contigo y por supuesto con Javier, ellos, en sus paises imponen, aqui, exigen, debemos ser tolerantes y admitir como un enriquecimiento la cultura de otros paises, respetar sus creencias porque como se dice nada es mejor que otro, sino diferente y es esa diferencia lo que nos enriquece, pero tambien es cierto que deben respetar sobre todo la cultura y las normas del pais de acogida, y entre ellas esta la libertad, no nos hemos pasado años y aun estamos en ello, para buscar la igualdad, para que ahora venga un fulano a predicar la servitud y la esclavitud que supone para una mujer llevar el burka como signo de sumisión al varon, n me extiendo, porque hay demasiadas cosas que no me gustan del Islam.
Elvi
Espero a partir de ahora poder participar con más frecuencia, aún así he leído todos vuestros comentarios.
También te saludo Joan y bienvenido.
Estoy con vosotros, pero empiezo a estar harto de defenderlo todo, menos lo nuestro. Como bien se comenta normalmente no se adaptan a nuestra cultura, mejor dicho, no saben, ni quieren hacer nada por ella. Estoy hablando a nivel trabajador, de obra, estos son los que marcan las diferencias.
De todo hay en la casa del señor, buenos y malos, y con los que tengo de trabajar os puedo asegurar que de integración nada de nada.
Jamás aceptaran nuestra cultura, diferente será dentro de dos o tres generaciones, que si aun tenemos algo de cultura, que defender, ellos estarán integrados, mientras tanto, bajo mi punto de vista, y puede ser muy discutido, me puedo olvidar que la acepten.
Y sobre el burka, que queréis que os diga, jamás la he compartido, además, jamás aceptarían nuestra cultura en su país.
Así nos va en este país de países.
País de países, vaya con Javier ha hecho de estas palabras que sean habituales en nuestros comentarios.
Quieroseryo
La primera vez que vi un burka fue en Londres hace unos 18 años y el impacto fue bastante negativo.
Me parece fantástica la mezcla de culturas, lo que enriquece conocer gente y costumbres de fuera, me parece fantástico que inmigrantes sean de donde sean, decidan venir a España a buscar una vida mejor, que sus hijos tengan oportunidades que en sus paise sería impensable, pero lo que no me parece tan fantástico es que no se integren en el pais que los acoja, que no respeten su cultura, su religión ni sus costumbres.
Sin ir más lejos y como dato casi sin importancia, en el cole no dejan llevar gorritas ni sombreritos a los crios, en clase, entonces me molesta que sí permitan que una niña lleve hiyab.
Saludos
Considero que todos coincidimos en las opiniones, hasta resulta patetico ver a musulmanas en la playa bañandose vestidas con pañuelito y todo, es una estampa realmente retrogada y fuera de lugar en los tiempos que corren, ellos y por mucho que se gasten las comunidades en ello que es mucho,no se integran, simplemente se aprovechan de una sociedad permisiva y tolerante, donde parece que todos hemos adquirido el complejo de mea culpa, nosotros tenemos que llevar el cartelito de "no soy racista" y ¿ellos?, ellos no tienen que justificarse porque han sabido asumir el papel de victimas y nosotros al fin y al cabo no somos mas que esclavos de lo politicamente correcto y asi nos va.
He estado un poco alejado del blog por tener que realizar un curso, pero me alegra saber que seguimos siendo la familia de siempre y que se añaden nuevos miembros,
Zorro
Diría que estoy de acuerdo contigo, pero es que en el tema del burka siempre hay algo que me desconcierta.
Por una parte, estoy en contra de todas las barbaries a las que estan sometidas las mujeres musulmanas. Pero por otra, ¿por qué prohibirle a una mujer elegir libremente entre su cultura y la occidental? Me refiero, siempre y cuando se tenga en cuenta lo de "libremente"; es decir, que la mujer sea completamente consciente de lo que significa ser musulmana y que sea consciente de que en el mundo occidental existen organismos que pueden ayudarla en el caso de no desear someterse al Islam. Por eso creo que prohibirlo totalmente es una tontería.
Además, creo que lo que he dicho sólo se podría conseguir a través de la educación, educación y otra vez educación. Que se haga respetar la ley de la Educación Obligatoria que abra los ojos a las jóvenes musulmanas, que las informe, que les de la libertad de elección. De hecho, he oído hablar de (no he tenido la opotunidad de conocerla) chicas musulmanas que defienden su cultura y siguen llevando el burka con todo el orgullo del mundo; chicas que estudian en la universidad, y que conocen bien la oportunidad que les da vivir en un país con una cultura occidental.
Si no quieren, allá ellas, se les habrá dado la oportunidad, y eso es un favor MÁS GRANDE que prohibir lo que ellas consideran correcto.
Si se prohibe, lo único que ocurrirá es que destruiremos su cultura, al igual que destruimos el Nuevo Mundo a partir de 1492, y será por la misma razón, porque LOS CONSIDERAMOS INFERIORES. Eso se llama antropocentrismo.
Por eso, que si presumimos de ofrecer libertad, ¿por qué no la ofrecemos?
Por cierto, después de explayarme tanto, muy bueno tu blog :)
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