domingo, mayo 03, 2009

HUIDA HACIA LA SOLEDAD

Hace ya muchos siglos que en Delfos, en el templo dedicado a Apolo se esculpieron los nombres de los siete sabios de Grecia, figurando al pie de cada uno la máxima que expresaba y sintetizaba su mejor pensamiento. Soló de Atenas encabezaba la lista, siendo su imperativa sentencia:” Conócete a ti mismo”. De hecho se planteaba una difícil cuestión, desde ya mas de veinticinco siglos se propuso como ciencia precisa y necesaria el conocerse a si mismo, pasados los siglos, y con tantos conocimientos acumulados creo que tenemos pleno desconocimiento de ello, incluso considero que hoy por hoy estamos muy alejados de nuestra propia intimidad. Vivimos una vida de constante ir y venir, disponiendo de poco tiempo para buscar en nuestro interior, estamos olvidando el valor de compartir, de comprender, de valorar y difícilmente sin saber buscar en nosotros mismos resulta complicado descubrir a quienes nos rodean.
No pretendo ser conocedor de nada, ni tan siquiera de mi mismo, simplemente divago, busco, analizo y encuentro en demasiadas ocasiones incógnitas que no puedo resolver y en otras me sumerjo en un mar de dudas, llega un punto en que analizo todo lo que me rodea y no hallo respuestas, cuando llego a tal situación, cuando creo que estoy llegando a esa incuestionable meta, cojo los bártulos más imprescindibles, los meto en la mochila y parto en busca del valor de la soledad que me proporcionan los caminos que transito paso a paso con la pesada carga de mis mil preguntas a la espalda. Este año parto para el norte, de Gijón a Santiago por el Camino Primitivo, no me lo planteo como una huida pero sí, como un irse sin despedida de lo cotidiano, como un triste hasta luego de todo lo que me rodea y en ocasiones me pesa, los hay que definen la postura como egoísmo, lo defino como necesaria huida para la supervivencia futura, en cierto modo el Camino me proporciona el poder compartir cualquier cosa convirtiendo lo insignificante en un gesto generoso, valorar el esfuerzo y vivir con la casa a cuestas, en cierto modo un sueño del que despierto tras un breve tiempo pero que al fin y al cabo me ha dado la oportunidad de vivirlo.
Me planteo no acercarme a un ordenador, y por ello me tomo unas merecidas vacaciones blogueras, no hacer uso del maldito teléfono, solo y cuando sea preciso, tristemente uno, no puede alejarse de lo que es cotidiano, pero bueno, al fin y al cabo intento vivir ese sueño, aunque durante este mes ya no escriba, dad por seguro que me llevo en la mochila cada frase y cada comentario de todos y todas los que formáis parte de esto, al fin y al cabo todos y todas formamos parte de un sueño. Hasta final de mayo.

6 Comments:

At 4 de mayo de 2009, 9:17, Blogger raul said...

Buen viaje, amigo. Cada dia es mas difícil encontrarnos a nosotros mismos. La soledad debería ser un ejercicio obligatorio de tanto en tanto, como lo era la "mili". Hoy no entendemos la existencia sin el rebaño, sin estar rodeados de gente que nos conoce y a los que conocemos, demasiado bien para sentir sorpresa por algo.

Que te sea de utilidad ese camino que, como tantas otras cosas, se está prostituyendo a marchas forzadas.

 
At 12 de mayo de 2009, 21:14, Anonymous Anónimo said...

El camino de Santiago no es una ruta cualquiera no querido Javier, por lo menos para mi no lo fue es una ruta llena de arte, religiosidad, historia, dificultades, de alegrías y de tristezas , todo lo que vives allí sea espiritual o enigmático han hecho que esa ruta sea especial, es la peregrinación hacia el interior de uno mismo intentado evadirse de esta sociedad que nos avasalla , mucha gente inicia el camino por motivos religiosos, culturales, por turismo, por una promesa o por un poco de todo y lo que la gente no sabe es que te cambiar sin tu saberlo el concepto de muchas cosas, me encanta recordar esa magia, vencer el desaliento, el dolor, las lagrimas recordando el tramo desolador que pase de Castrogeriz a Fromista, la constancia, el subir y bajar montañas, compartir comida con algún desconocido o te ves emprendiendo conversaciones con gente de otros países que no entiendes pero…que con esa magia los llegas a entender, esperar esa ducha divina a la llegada al albergue después de 25 o 30km tumbarte en la litera por unos momentos y, que te embriague esa sensación y bienestar día a día de haber completado otra etapa más, el camino te marca es cierto, no es un viaje de placer del que estamos acostumbrados en nuestra vida cotidiana, tiene ese algo que te engancha en el corazón que te hace sentir vivo y en paz contigo mismo, y te das cuenta que a medida que van pasando los días y se acerca la llegada a Santiago quieres alargar todo aquello que estas viviendo un poco más, un día, unas horas, unos minutos, compartir el camino con los que estuvieron contigo en todo momento, te das cuenta que el final del camino solo es el principio, resulta hasta raro y extraño que después de pasar por aldeas, pueblecitos casi deshabitados, sin ruidos, sin gente, parece mentira como odias llegar a la Ciudad, solo deseas volver a calzarte las botas y encontrar la paz de lo sencillo, de lo pequeño y simple de las cosas, lo que es innegable es que la llegada a Santiago todos los buenos peregrinos llegan cambiados, sin saber muy bien porque lloran, ríen, se abrazan, rezan, nadie se queda indiferente del creyente al agnóstico, seas rico o pobre, seas hombre o mujer da igual, todos sin darse cuenta sienten esa paz interior, porque quien llega como verdadero peregrino a Santiago se llevará unos de sus mejores momentos de su vida. Peregrinar es, probablemente un estilo de vida que no conocía, o que tal vez sentía sin darme cuenta, yo se que nunca en mi vida se me olvidará este viaje, ni a la gente que conocí en el, aunque nunca en mi vida los vuelva a ver, aconsejaré a todo aquel que me lo pida, que necesite paz, que busque lo que busque que haga el camino de Santiago, que no se lo piense y por mucho que le cueste irse, que lo intente encontrará amistad, aventura, emociones, retos sueños, fe, ilusión, pero también dolor, lagrimas y desaliento, todo eso es lo que tiene el camino.......

Ratolí

 
At 12 de mayo de 2009, 21:17, Anonymous Anónimo said...

Perdona javier por lo extenso del comentario, pero necesitaba plasmar lo que sentí yo en el Camino, espero poder hacerlo cada año tambien, en fin....."Buen camino" compañero.

Ratolí

 
At 16 de mayo de 2009, 20:41, Anonymous Anónimo said...

Que casualidad amigo Javier yo tambien acabo de volver de ese camino que engancha con esa magia que describe tan bien nuestro amigo o amiga Ratoli. Tengo que decir que el año pasado me fui con unas amigas y fue totalmente diferente al vivido este año, pues en esta ocasion me he ido con mis hijos y una de sus parejas y me encantaria poder plasmar mediante trazos todos esos momentos vividos, pero creo que va a ser imposible. Han sido tantos momentos,de risas, de confidencias, de lagrimas, emocion, silencios, frases a medias,complicidad, ternura, soledad, y creo que no se me escapa nada mas. De todas maneras creo que yo lo he vivido de una manera y para mis hijos y mi nuera no ha sido mas que una excursion llamemosle especial, un tanto durilla por los km. de cada etapa, pero en fin se me ocurre que les podria calificar como "domingueros del camino" ja ja, lo digo en plan cariñoso.
Luego por otra parte el dia de la llegada a Santiago, la visita de rigor a la Catedral con esa emocion que te embarga,asistir a la misa del peregrino,y porque no,decir que como que tienes esa sensacion extraña de querer encontrar entre la multitud a ese rostro conocido, posiblemente de el año anterior y poder saludarle.
Resumiendo: el camino engancha, os invito a realizarlo.
Un saludo. Carmen.

 
At 17 de mayo de 2009, 22:51, Blogger PESIMISMO said...

Querido Javier, te deseo de todo corazón que saques el mayor provecho a lo que vas a hacer, y que cuando vuelvas no nos prives de la sosegada sabiduría de tus opiniones

Yo recomiendo no pensar mucho, la verdad. Mira los indios de la India, de tanto meditar, resulta que están completamente seguros de la palingenesia. Dicen que eso es lo más importante de sus vidas, y que sin eso no valdría la pena vivir.

Mejor no pensar. A veces me dan envidia los animales, ellos no son conscientes de que algún día van a morir. Si nosotros no pensáramos, creo que seríamos más inteligentes.

Una persona acaba de leer lo que he escrito y me dice que lo último es un gilipollez, y yo le contesto que tiene razón. Qué le vamos a hacer, ¿acaso uno no puede decir gilipolleces?

Un fuerte abrazo.

 
At 18 de mayo de 2009, 18:46, Anonymous Anónimo said...

A mí personalmente me invadió una profunda tristeza llegar a Satiago,aquella maravillosa experiencia que me había llevado a cruzar tantos pueblos,ciudades aldeas había llegado a su fin. Atrás quedaban muchas jornadas de sufrimiento, de soledad, de alegrías, de frió, de calor y de compartir muchas y maravillosas horas con personas a las que llegas a cogerles cariño. En ese instante descubrí que el objetivo del Camino de Santiago no es llegar, el camino en sí es la recompensa de todo… ¡quizás, como la vida misma!

 

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