IGUALDAD SIN DISCRIMINACIONES
Estamos en plenas jornadas reivindicativas en pro de la mujer y de la igualdad, lo que considero justo y necesario, lo lamentable es que precisamente tengan que organizarse eventos para dignificar a la mujer, quizás algún día dejara de ser noticia el que sea “una” la que ocupe un cargo sea este el que sea, y dentro de toda la gama de ocupaciones a estas alturas llama poderosamente la atención leer que una lesbiana es presidenta o un gay es designado para la Audiencia Nacional, lo importante, lo que realmente importa, es que reúna las condiciones necesarias para desempeñar las funciones y sobre todo que lo haga lo mejor posible, todo lo demás, genero, condición, color o lo que sea, no tiene fundamento alguno ante el simple hecho de ser tan solo una persona.
Dentro de todo el contexto de peticiones y quejas, uno no deja de asombrarse también de ciertas afirmaciones, precisamente la que ha hecho la directora del Área de Violencia de Genero Sra. Naredo en que afirma que: " la violencia llevada a cabo por las mujeres hacia los hombres no puede considerarse violencia de género masculino o neutro", la Ley Integral contra la Violencia de Genero creada en 2004, tipifica este tipo de delito como aquel en que la víctima es necesariamente una mujer, con ello, cuando la víctima es un hombre se halla desprotegido, las denuncias pasan por el Juzgado de Instrucción como si se tratara de una riña entre vecinos, incluso y en demasiados casos se queda todo en una falta leve, mientras que de ser al contrario se califica de inmediato como delito, con ello, surge también la duda sobre que texto legal aplicar para el caso de que la agresión se produzca entre parejas gays y lesbianas, que por supuesto también tienen mucho que decir sobre el asunto reivindicativo.
Es obvio que las mujeres son las victimas, de hecho en el año 2007 fueron 63.347 féminas frente a 10.902 hombres, la mayoría es abrumadora, pero ello, no libera a nadie de la misma responsabilidad frente a la misma tipificación del delito. De hecho, el mal trato psicológico es el más común que sufren los varones, que en la mayoría de los casos denuncian las familias, debido a que aún se impone la vergüenza de ser la victima del asunto.
Vivamos las jornadas por la igualdad y la mujer trabajadora, opongámonos a la discriminación sin sentido y procuremos olvidar las diferencias, ellas, han conseguido y conseguirán lo impensable, son luchadoras sin lugar a dudas, pero también hoy reivindico el derecho de los varones a ser también victimas, aunque en menor cuantía, considero que la igualdad debe ser para todos, si una parte aventaja en algo a la otra ya no estamos consiguiendo los objetivos, entiendo todos los derechos de las féminas que respeto y participo, pero también pido la igualdad de trato para la contraparte, en eso también consiste la igualdad.
Dentro de todo el contexto de peticiones y quejas, uno no deja de asombrarse también de ciertas afirmaciones, precisamente la que ha hecho la directora del Área de Violencia de Genero Sra. Naredo en que afirma que: " la violencia llevada a cabo por las mujeres hacia los hombres no puede considerarse violencia de género masculino o neutro", la Ley Integral contra la Violencia de Genero creada en 2004, tipifica este tipo de delito como aquel en que la víctima es necesariamente una mujer, con ello, cuando la víctima es un hombre se halla desprotegido, las denuncias pasan por el Juzgado de Instrucción como si se tratara de una riña entre vecinos, incluso y en demasiados casos se queda todo en una falta leve, mientras que de ser al contrario se califica de inmediato como delito, con ello, surge también la duda sobre que texto legal aplicar para el caso de que la agresión se produzca entre parejas gays y lesbianas, que por supuesto también tienen mucho que decir sobre el asunto reivindicativo.
Es obvio que las mujeres son las victimas, de hecho en el año 2007 fueron 63.347 féminas frente a 10.902 hombres, la mayoría es abrumadora, pero ello, no libera a nadie de la misma responsabilidad frente a la misma tipificación del delito. De hecho, el mal trato psicológico es el más común que sufren los varones, que en la mayoría de los casos denuncian las familias, debido a que aún se impone la vergüenza de ser la victima del asunto.
Vivamos las jornadas por la igualdad y la mujer trabajadora, opongámonos a la discriminación sin sentido y procuremos olvidar las diferencias, ellas, han conseguido y conseguirán lo impensable, son luchadoras sin lugar a dudas, pero también hoy reivindico el derecho de los varones a ser también victimas, aunque en menor cuantía, considero que la igualdad debe ser para todos, si una parte aventaja en algo a la otra ya no estamos consiguiendo los objetivos, entiendo todos los derechos de las féminas que respeto y participo, pero también pido la igualdad de trato para la contraparte, en eso también consiste la igualdad.
posted by JavierSanBernat @ 11:22
5 comments
5 Comments:
La discriminación empieza por reconocer demasiado "una tarea" y por quitarle importancia a "otra tarea".
La igualdad empieza por tener los mismos derechos y el mismo reconocimiento por parte de todos.
Respecto a la violencia de género, igual vale el género masculino que el femenino, tanto duele uno como otro.
La igualdad y la discriminación, empiezan por abrir la mente y ver a la gente como personas, no como sectores, minorías o grupos.
Las mujeres siempre debemos estar en la brecha, es como una lucha en que si aflojamos, nos ganan, el varón siempre ve nuestro posicionamiento con cierta sorna, no hay nada que me fastidie mas que oír eso de : es cosa de mujeres y que se lo tomen a choteo, por ello y aunque coincido es que es lamentable en los tiempos que corres, si es necesario recordar que seguimos estando discriminados en muchos sectores profesionales o en muchos casos se nos trata como simples portadoras de pectorales, incluso cuando alguna llega y tiene la desgracia de ser “mona” pues lo de siempre, el comentario es saber con cuantos se ha acostado.
Que los hombres también son víctimas por supuesto, estoy de acuerdo, en que dentro de una igualdad predicada por una Constitución no deben existir diferencias de trato, absolutamente para nadie.
Elvi
Weblara, está bien eso que dices de las tareas; pero cuando se convierte en un problema se debe a que no se ha pactado antes. Yo tengo escrito que en una pareja se debería formalizar un extenso contrato con todo tipo de cláusulas, incluso las más extravagantes que seamos capaces de imaginar. Y en lo profesional entiendo que se pacta la tarea, por tanto: nada que decir.
El ímpetu de las mujeres defendiendo su postura me parece legítimo y necesario; pero si se acentúan mucho las pretensiones, se puede correr el riesgo de que acabemos todos perdiendo. Nosotros, masculinidad, y vosotras, femineidad. Palabras éstas que no van ligadas necesariamente a lo soez con que a veces han sido utilizadas. Y no lo digo por lo que dices tú, Elvi; yo te comprendo.
Javier, de nuevo me has recordado un chiste:
Van dos por la calle, y uno, muy abatido, le dice al otro: "He llegado a la conclusión de que en esta vida no somos nada". El otro responde: "Nada serás tú, yo soy maricón".
Os invito a leer "Un Mundo Feliz" de Aldous Houxley. Ahí todo se resuelve. Aunque él dijo que no sentía ganas de demostrar que la cordura es imposible.
Ojo, Javier, que te va a leer la ministra de la igualdad (si, esa que tan bien se expresa en castellano) y te va a censurar el blog. Estoy de acuerdo en que las mujeres son mayoría en el "maltrato de género", sería de necios el negarlo, pero me parece aberrante el nivel de discriminación positiva al que se está llegando. No entiendo como un bofetón de un hombre a una mujer puede ser delito y el de una mujer a un hombre, no. El otro dia leí en algún periódico que en Madrid estaba estudiando como promover el Nº de mujeres bombero de la comunidad, cuya presencia es anecdótica, lo jodido es que, además, lo tenían claro, rebajar las pruebas físicas para las mujeres. Coño, ya lo hemos arreglado, ya puestos que rebajen la talla (altura, me refiero), de todas formas si hay que subir a un 8º en llamas por una escalera y bajar a cuestas con un luchador de sumo al hombro, nos importa poco la fuerza física.
En fin, vivimos en un mundo curioso, curioso.
Cuanta razón tienes Raúl, predican y exigen la igualdad pero no se manifiestan en contra de los tratos a favor, quieren ser bomberas, soldadas, guardias civilas, municipalas pero eso si, cumpliendo menores requisitos que los varones, no entiendo como no se sientes discriminadas por esa desigualdad de trato basada exclusivamente en su condición de feminas y nosotros los varones unos gilipollas por consentirlo en demasidados aspectos.
Como bien dices, curiosillo si es, curiosillo...
Zorro
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