DE VUELTA...

Hay ocasiones en que no se hallan respuestas a demasiadas cuestiones, incluso, aparecen esos invisibles duendecillos cabrones, que hacen que las cosas salgan de todas las formas, excepto, en las que se desea y en realidad ignoras si te vencen los acontecimientos o te dejas llevar por ellos, en una palabra, que andas jodido (que no en gerundio) por el camino de la vida. Siempre quedan opciones, las que te dan los de siempre: ¡ no pasa nada…!, o los más frikis, que te recomiendan ir al psicólogo para que después de varias sesiones descubras que arrastras un trauma infantil por el autoritarismo de tus ahora llamados progenitores o porque la Pili no te enseño el conejito y ahora tienes un verdadero problema con eso de que si el conejo es el de chistera o el otro, o sea, todo un dilema sobre tu niñez que el alumno de Freud acaba de descubrir en dos sesiones, también te queda apuntarte a uno de esos cursos para alcanzar la espiritualidad, no se… como ese de “descubrir la luz de primavera” al estilo “flower power” o ponerte un “llamador de ángeles” para que te hagan compañía o en su caso se carguen a los duendes cabroncetes esos del principio, ya lo sé… “así es la vida y así son las cosas” , a fin de cuentas hay que apechugar con lo viene, con lo que se ha ido y de seguro con lo que vendrá, por ello, y debido al trauma, a los cabroncetes, a la guerra entablada por los ángeles del llamador y por estar hasta donde se está en estas ocasiones, me tome un descanso en mis quehaceres. Hoy en día con tanta sucesión de acontecimientos, resulta hasta casi imposible seguir el ritmo diario y de hacerlo, el esfuerzo seria más que agotador, así y todo, he intentado tomar las cosas con paciencia, no es que haya acumulado fuerzas, ni vengo con energía renovada, ni por supuesto estoy en “on”, simplemente, estoy de vuelta después de este autoexilio de todo, que al fin y al cabo, no ha sido más que un puro instinto de supervivencia.