UN DIA CUALQUIERA
La tele y las noticias me despiertan mientras tomo el café con leche de cada mañana, guerras que parecen no acabar nunca, conflictos nuevos, apresada una banda de delincuentes, atentado en algún lugar, narcotraficantes pillados, políticos de siempre con sus argumentaciones de siempre y la noticia de que algún cabrón acaba de cargarse a su pareja, así un largo y cotidiano pase de “noticias” que en nada impiden que saboree las tostadas con mantequilla y mermelada, todo es habitual y uno se acostumbra, incluso he llegado ha percibir las imágenes como irreales.
Hasta la parada del transporte, me cruzo con casi los mismos personajes de siempre, el vendedor de periódicos, la señora mayor con la nieta que anda medio dormida, esa otra que me topo de frente y que siempre lleva cara de pocos amigos, la morenita que me alegra los segundos en que nos cruzamos, no pudiendo evitar el giro de cada mañana para admirar sus andares, lo cierto es que es un encanto visual, una delicia que hace mas llevadera la visión del municipal con cara de mala leche, se van sucediendo personajes, seres anónimos que como yo, forman parte del paisaje urbano en esa misma franja horaria y que con el cruce disimulado de miradas confirman que andamos todos en buena hora.
Llega el transporte, sube la plebe, son caras familiares por cotidianas, por supuesto todos y cada uno mantenemos la condición de seres anónimos, incluso de vez en cuando surge una cara conocida y con disimulo por ambas partes, con la debida educación evitamos la mirada para poder seguir así absortos en nuestro pensamientos, algunos leyendo, la mayoría con los oídos taponados enfrascados en alguna melodía que ya tenemos dispuesta para la ocasión y acomodada al humor que llevamos, desconectados de todo lo que ocurre alrededor para lograr el aislamiento de los demás, intentando con ello pasar y que pasen inadvertidos, desapercibido…
.El trabajo, esa obligación para la subsistencia, unos días mejor que otros, pero hay que llevarlo de la mejor forma sino, ya se sabe, el estrés, la fatiga, la depre etc. luego otra vez el camino a la inversa, otra música, otra canción…
Cenamos, otra vez la tele que no se porque suele ofrecer las mismas noticias de la mañana, salvo en alguna que otra ocasión nos recrea la vista con imágenes de cuerpos destrozados, niños hambrientos, el cadáver envuelto de la pobre asesinada de la mañana, y como noticia del dia que a doña nadie, le esta tocando el culo don nadie, todo, mientras hemos cambiado las tostadas por el pescado.
Una señorita que es como de la familia, nos indica con una sonrisa, que el programa que estamos visionando tiene un índice de audiencia de dos millones de seres y por supuesto, nos alegramos por compartir de una puñetera vez algo con alguien, sin apercibirnos que seguimos estando solos.
Quizás seamos tantos que vamos adquiriendo esa falsa creencia de que no estamos solos, en alguna ocasión navego, contemplo el mar y espero ver el ocaso, siento como si el mundo se redujera a ese instante, miro alrededor y preciso de una sonrisa, de un gesto, son tantas las cosas que precisamos compartir…
Rumor: Arma favorita de los asesinos de la reputación. A. Bierce
Hasta la parada del transporte, me cruzo con casi los mismos personajes de siempre, el vendedor de periódicos, la señora mayor con la nieta que anda medio dormida, esa otra que me topo de frente y que siempre lleva cara de pocos amigos, la morenita que me alegra los segundos en que nos cruzamos, no pudiendo evitar el giro de cada mañana para admirar sus andares, lo cierto es que es un encanto visual, una delicia que hace mas llevadera la visión del municipal con cara de mala leche, se van sucediendo personajes, seres anónimos que como yo, forman parte del paisaje urbano en esa misma franja horaria y que con el cruce disimulado de miradas confirman que andamos todos en buena hora.
Llega el transporte, sube la plebe, son caras familiares por cotidianas, por supuesto todos y cada uno mantenemos la condición de seres anónimos, incluso de vez en cuando surge una cara conocida y con disimulo por ambas partes, con la debida educación evitamos la mirada para poder seguir así absortos en nuestro pensamientos, algunos leyendo, la mayoría con los oídos taponados enfrascados en alguna melodía que ya tenemos dispuesta para la ocasión y acomodada al humor que llevamos, desconectados de todo lo que ocurre alrededor para lograr el aislamiento de los demás, intentando con ello pasar y que pasen inadvertidos, desapercibido…
.El trabajo, esa obligación para la subsistencia, unos días mejor que otros, pero hay que llevarlo de la mejor forma sino, ya se sabe, el estrés, la fatiga, la depre etc. luego otra vez el camino a la inversa, otra música, otra canción…
Cenamos, otra vez la tele que no se porque suele ofrecer las mismas noticias de la mañana, salvo en alguna que otra ocasión nos recrea la vista con imágenes de cuerpos destrozados, niños hambrientos, el cadáver envuelto de la pobre asesinada de la mañana, y como noticia del dia que a doña nadie, le esta tocando el culo don nadie, todo, mientras hemos cambiado las tostadas por el pescado.
Una señorita que es como de la familia, nos indica con una sonrisa, que el programa que estamos visionando tiene un índice de audiencia de dos millones de seres y por supuesto, nos alegramos por compartir de una puñetera vez algo con alguien, sin apercibirnos que seguimos estando solos.
Quizás seamos tantos que vamos adquiriendo esa falsa creencia de que no estamos solos, en alguna ocasión navego, contemplo el mar y espero ver el ocaso, siento como si el mundo se redujera a ese instante, miro alrededor y preciso de una sonrisa, de un gesto, son tantas las cosas que precisamos compartir…
Rumor: Arma favorita de los asesinos de la reputación. A. Bierce
3 Comments:
Querido Javier, sabes que es lo que más me aterra? que permanecemos inmoviles y pasivos ante el televisor, no nos conmueve ninguna noticia, salvo alguna como la del osito pepito que ha superado su cautiverio o alguna, que sea tierna.
Nos hemos convertido todos en una especie de monstruos sin sentimientos? o es la rutina y la costumbre de ver cuerpos destrozados y miserias, cada día de nuestras vidas, pensando en que "a mí" no me va a pasar?
Saludos!
Este mundo es de solitarios y de cada día más. Nos aislamos en nuestras habitaciones, despachos, delante de la caja tonta. Nos pasamos horas navegando por internet y no tenemos ni un segundo para hablar con nuestra familia, miramos las desgracias del mundo sin inmutarnos, ni pestañeamos delante las atrocidades de las imágenes que pasan, como los asesinatos de ETA, me ha dado que pensar las declaraciones de una señora del pueblo del ultimo guardia civil asesinado “jamás pensaba que pudiera pasar una cosa así en mi pueblo” tiene gracia, solo nos damos cuenta cuando nos tocan de cerca.
Este mundo esta loco y de cada día estoy mas lejos de identificarme con el, me siento desplazado y me estoy aislando del mismo, me estoy arropando en mi familia y mis amistades, algunas peligrosas, y a mis actividades, tanto profesionales, como las de entretenimiento.
Pocas veces llevo los auriculares puestos o la música del coche, para poder escuchar las conversaciones de los que están junto a mí, me gusta pasear hablando con mi mujer, discutir de nuestros hijos, del trabajo, de nuestros amigos y familiares.
Me gusta hacer actividades para no estar aislado del mundo.
Pero cada uno es una vida diferente y la vive como puede o sabe hacer.
Apreciado Zorro por lo que te toca, siento lo de tu compañero, espero que pongas todos tus sentidos y ten mucho cuidado que esta gente no mira a nadie, solo apunta.
Quieroseryo
Con sociedades como la nuestra, ya lo dije en el blog de weblara, yo preferiría estar sola en el mundo, o por lo menos quitaría a la inmensa mayoría de sus habitantes.
Porque yo sí me pongo los cascos, pero para evitarme el tener que oir como de cabrón era el árbitro de nosequé partido, en lugar de hablar de que a una mujer la han asesinado a puñaladas delante de su hijo, o si en China y en Birmania decenas de miles de personas mueren por diversas causas...
PUes prefiero oir buena música, esa que no le gusta a la gran mayoría.
Y realmente me asusta que llegue el día en el que el impacto ambiental sobre la selva virgne del amazonas me de absolutamente igual, en el que ver una muerte en televisión me parezca normal, me parezca corriente.
Solo de pensar en que un día en el que tolere esta sociedad tal cual es ahora, en que aguante todas sus aberrantes manías y costumbres, creo que yo ya no seré yo.
Seré otra persona... O estaré muerta.
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