LO QUE NUNCA DEBIO OCURRIR...
Hoy se cumple el aniversario del fin de la última guerra civil que tuvo este país de países, no soy partidario de recordar acontecimientos tristes ni tan siquiera de conmemorarlos, pero reconozco que se hace necesario su conocimiento y su recuerdo porque, queramos o no, forma parte de nuestra Historia.
Me viene a la memoria aquella escena de la película en que la primera acción “cívica” es un simio matando a otro con una quijada, la violencia siempre ha estado presente desde el principio de los tiempos, y ello, porque la ambición y la envidia son inherentes a nuestra condición, una guerra al fin y al cabo no es mas que un cúmulo de intereses, potenciada por aquellos que pretenden sacar provecho de ella, sea por un pedazo de tierra, sea por una ideología, sea por un nacionalismo exacerbado o sea por la locura, luego se halla el deber, el honor, el amor a la patria de que se alimenta al pueblo para que lleve a cabo y secunde las intenciones de quien les manda, de hecho la obcecación y la intransigencia permanecen hasta el fatal desenlace.
Cualquier guerra civil contiene mayor odio que otra cualquiera porque deja fluir los sentimientos inmundos de muchos individuos, en ella, se le da un fusil a cualquiera para que lleve a cabo las venganzas absurdas por deudas, por engaños, por amores, por ideología … incluso se mata por el mero hecho de ser y pensar diferente, muchos/as de los que reposan en tumbas y fosas ni tan siquiera supieron porque murieron, muchos por tan solo darse el placer de descerrajar un tiro en la cabeza a la victima de turno, para luego alardear de haberlo hecho, la guerra despierta los mas bajos instintos.
No voy a defender ni a unos ni a otros, como muchos, conservamos en la familia las medallas ganadas en Brunete, Belchite, Teruel, Madrid, Gandesa y también aquellas que nunca se pudieron lucir de las mismas batallas por pertenecer a los perdedores, así como dos cruces de hierro y una legión de honor, ganadas en el frente ruso y con la resistencia francesa, incluso en un cajón como oro en paño, una bandera republicana con la que cubrieron con orgullo el ataúd de su padre, un nacional y dos rojos, por ello, no odio ni a unos ni a otros, de jovenzuelo sentía pena cuando me relataban que después de cada enfrentamiento iban a mirar los cadáveres para ver si alguno era de su hermano y pedían y rogaban a los prisioneros si tenían conocimiento de ellos, era el desespero de saber que con cada orden de disparo igual iba una bala al corazón de aquel que portaba su misma sangre.
Quizás hoy sea un día que pase desapercibido para muchos, pero creo que aquel uno de abril de 1939 significo el fin de muchas calamidades y el principio de continuar con las mismas para otros, este mundo es así, siempre hay una lagrima en contraposición a una sonrisa.
No me importa pasearme por una plaza que lleve el nombre del General Franco, como tampoco me importa ir al parque del General Lister o la Pasionaria, al fin y al cabo que podamos sentarnos en una y otra sin que nos sobrecoja el corazón es el mejor síntoma de la convivencia, tomo unas palabras de José Antonio que pronuncio ante el pelotón de fusilamiento. “Ojala sea la mía, la ultima sangre que se vierta en España” o como aquellas palabras de Machado que presagiaba a los españolitos su trágico futuro.
Es bueno recordar y conocer la historia, precisamente para como en este caso, nunca volvamos a repetirla.
Guerra: Producto derivado de las artes de la paz. La situación política más peligrosa es un periodo de buenas relaciones internacionales. A. Bierce
8 Comments:
Lo más execrable de la guerra, querido Javier, es que los que sufren las peores consecuencias son precisamente los que no tienen nada que ver con ella. Los que se mantienen al margen, si hay guerra, deben ir a matar a otros seres humanos. Muchos de los que lucharon en nuestra fatídica guerra civil estaban en un bando u otro porque les pilló el asunto en aquel lugar, no porque fueran de izquierdas o de derechas.
Tu manera de ver la actualidad, respecto a lo de visitar lugares, muestra el nivel de eclecticismo que te caracteriza. Esa forma de ver la historia te hace ser, sin duda, una excelente persona. Comparto completamente tu punto de vista; sin embargo, yo no me sentiría muy a gusto en esas calles y plazas del País Vasco, cuyos nombres corresponden a personas que ya sabemos.
Una de las cosas más brillantes que recuerdo sobre la guerra es una cita del difunto Francisco Umbral, dice así:
"Toda guerra es una catarsis por cuanto pone al hombre y a los pueblos en situación de purgarse de sus apariencias, de sus ideales históricos y de su presencia fingida ante los demás".
Pedro Tugores
Siempre hemos estado tirandonos los trastos a la cabeza, para los españolitos casi casi no existen los terminos medios, ello ya lo hemos comentado en innumerables ocasiones, es justo que se rescaten cadaveres de fosas comunes y se les de una sepultura digna y tanto lo son los de uno como del otro bando, hay vencedores y vencidos pero no buenos y malos.
En el caso de las calles a nombre de etarras y de alguno de terra lliure en Catalunya, saber que existen mas que rabia, me da verguenza, verdadera verguenza de pertenecer y ser parte de una pais que consiente tales liberalidades, pero bueno, si el gobierno vasco paga los viajes a las familias y amiguetes de los bandidos de eta, porque no puede ponerles una calle, y si nadie dice nada,pues adelante con el desprecio a las victimas. Que pais Dios mio...
Zorro
A mí, como pertenezco a los que fueron del bando vencido, y a uno de mis abuelos lo encarcelaron así como 15 años, pues me da mucho coraje que existan plazas '' Carmen Polo'' o ''Generalísimo''.
Sinceramente, no puedo comprender qué necesidad hay de que un torturado por el bando franquista tenga que vivir en la calle ''General Franco'', o por qué una persona que perdió a sus padres en la Guerra Civil debería de ver la cara de este señor en un busto. No, me niego a convertir la historia de mi país en una excusa para que existan signos de una época de retroceso cultural y represión de los derechos fundamentales de la persona como fue la época de la dictadura franquista en España.
Es algo que me puede.
Contestando a Zorro, este país también tiene nombres de papas y obispos en sus calles, de generales de Franco, de muuuuchos, muuuuchos, muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuchos hijos de mala madre, y los que no comulgamos con las ideas de ellos nos tenemos que callar la boquita (como el ser ateo y tener que vivir en la esquina Juan Pablo II con San Pedro, pues mira, no). Está claro que nuestro país no es perfecto, pero veo MUY bien que se retiren los símbolos de la dictadura, pues muchos de los que tuvimos o tenemos familia del bando rojo somos víctimas que no tienen un lugar en el que llorar a sus muertos.
No hubieron vencedores en esa guerra, solo hubieron perdedores. Otra cosa muy distinta es que alguien llegó a gobernar este país utilizando dicha guerra. No olvidemos lo esencial, en las guerras ¡NUNCA GANA NADIE!
Saludos!
Me pregunto y que creee que siente mi abuela que vio como descerrajaba un tiro en Madrid a su marido y ahora tiene que vivir en la calle que lleva el nombre de sus asesinos, lo mismo, pues de eso se trata, de que olvidemos rencores y sepamos vivir en paz, la epoca del franquismo fue la consecuencia politica de la victoria y como bien dices, o como dice Javier al final los que mueren en uno y otro bando son los mismos, llevados a las trincheras por quienes tienen otros intereses, se trata de que sepamos convivir con nuestro pasado en un clima de respeto y por supuesto todos sin excepción tienen derecho a un entierro digno, los unos y los otros si aprendemos a respetar eso quizas algun puñetero dia aprenderos a vivir sin rencores.
Por otra parte, tienes tada la razón Zorro que se ponga el nombre de un asesino de eta a una calle es una verguenza que nos llena a todos de indignidad excepto claro esta a quienes defiendes por fanatismo a quien usa la valentia matando niños y a hombres por la espalda.
Elvi
Elvi
Es hermano de mi madre, y está vivo. Con 16 años lo metieron en un tubo de hormigón, donde no podía, ni siquiera levantarse. Despues de mese, cuando lo pudieron sacar (siempre han habido influencias) estaba tuberculoso y casi muerto. Toda su vida ha consistido en amasar dinero y denunciar lo que considera injusticias. En las últimas elecciones sus hijas lo obligaron (a una persona casi ciega, a la que solo le quedaban sus ideales) a votar al P.P. mediante el chantaje mas vil. Cuando lo contaba, entre casi-lágrimas, decía que al final solo queda la familia, nada mas.Él, mi Madre y sus hermanos, vivieron en directo la represión mas brutal, ver como rapan el pelo a una niña de 14 años por ser familia de "rojos" y ver como queman una basílica, intentando linchar al párroco y a las monjas por ser "nacionales". Si esto pasó en un Elche que, entonces, era un pueblito ¿que sería en Barcelona, Bilbao o Madrid?. Pero hoy no guarda rencor, solo quería votar a los "rojos" y hasta eso le ha sido negado, seguramente porque el odio lo empujó a triunfar y, sus hijas,hoy identifican el bienestar con la "derecha".
Podría contar mil historias de una familia en la que se han mezclado jefecillos de la huerta que dominaban los cultivos de arroz con perseguidos políticos, de rojos casados con azules, de españoles cansados de pasar hambre exiliados en suiza. Pero me quedo con Pascual, albañil de profesión, que nunca pasó de oficial de segunda, que no sabía leer planos, pero que me enseñó como se injerta una higuera y me contó como se dispara un fusil por encima de las trincheras (no vaya a ser que le demos a alguien) para un rato después cambiar tabaco por comida, cartas por cartas, sobre todo me enseño la inutilidad de una guerra absurda, donde nadie tenía la razón, donde, unos pocos, sembraron terror por ambos lados. Tanto le daba llamar hijo de la gran puta al facha que descerrajó a un rojo a la sombra de un granado, como mal parido al rojo que, al principio de la guerra, se divertía violando a una monja a la sombra de una palmera.
Esa gente, Pascual, mi Madre, mi tio y otros me han contado sus vidas, sus penurias. Y, de ahí, saco mis conclusiones. No hay guerra buena, si inevitables.
Yo me pregunto una cosa, y es que últimamente hay un intento por acabar con todo recuerdo de la historia reciente de España, en concreto me quiero referir al derrumbe de todos los símbolos, estatuas y costumbres que se implantaron durante el Franquismo.
Fue una etapa dura si, pero duró cuarenta años y marcó la vida en España. En fin, me gustaría saber porque desde cierto lado político piden derrumbar o borrar del paisaje todo símbolo franquista, y no piden quitar estatuas y calles de tantos reyes que mataron y enfrentaron a los pueblos que conforman la España de hoy, y que tenían un carácter mucho más totalitario que Franco. (Todo país tiene su historia, SEA ESTA BUENA O MALA). El problema es la proximidad histórica de la dictadura. Si hubiera sucedido hace cien años, nadie propondría derribar sus símbolos, porque hubieran quedado ya obsoletos hace tiempo. Sus víctimas y sus beneficiarios habrían muerto, y la herida estaría cerrada. Hoy todavía persisten actitudes reivindicadoras de aquello. Todavía pervive una España franquista, igual que todavía existe una España antifranquista. No se trata de olvidar la historia, es que esta todavía sigue viva.
Ratolí
En cuanto a calles de ETA y símbolos de eso nadie habla, por esa regla de tres habría que empezar a plantar estatuas por toda la península con un hacha y la serpiente, no se nos vaya a olvidar que ETA forma parte de la historia de este país, si es cuestión de cantidad estos también llevan treinta años "haciendo historia". Yo pienso que la historia no depende de estatuas ni simbolos, depende de historiadores sensatos y buenas intenciones.
Rotweiller
En eso último estoy completamente de acuerdo con Rotweiller.
Un beso!
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