lunes, junio 16, 2008

17 DE JUNIO EN BERLIN


Los vencedores de la II Guerra Mundial, se repartieron en Yalta los territorios, luego, en los Tratados de París, trazaron las líneas divisorias de las áreas de influencia, dividiendo el mundo en zonas donde cada una ejercerían de una u otra forma su mandato, primaron las concepciones económicas sobre las culturales o religiosas, la herencia a tal desaguisado han sido los tremendos conflictos que se han vivido entre pueblos obligados a convivir por capricho de los grandes de siempre y a afrontar la denominada “guerra fría” entre los bloques antagonistas.
El reparto no fue a gusto de todos y los que peor lo padecieron fueron los países del área de las llamadas democracias populares (que el nombre ya es coña marinera) bajo la total influencia de la URSS .
Fue un 17 de junio en la Avenida Stalín de Berlín, cuando unos ochenta obreros dejaron los picos e iniciaron una protesta, al poco eran mas de veinte mil los que se manifiestaron y arrancaron la bandera comunista de la puerta de Brandenburgo, incrédulo, el general soviético Dybrova decreta el estado de sitio y despliega dos divisiones acorazadas, el resultado fue de 125 muertos, 15.000 detenidos de ellos 1.500 encarcelados, no se supo el número de ejecuciones ni de deportaciones a los campos de concentración de Siberia, todo ello, fotografiado y filmado desde el otro lado del muro por los periodistas de las democracias parlamentarias.
Cabe citar levantamientos similares como el de Hungría en 1956 o el de Checoslovaquia en 1968, de todo ello tuvieron conocimiento las democracias del otro lado, que si bien se hicieron eco de la tragedia, se mantuvieron al margen de la misma en todos los aspectos, o como se podría definir en términos políticos, hicieron lo correcto en base al cumplimiento de lo pactado. También sucedió en Argentina, y en Chile donde vivimos pasivamente como se bombardeaba el palacio presidencial y se defendía y moría un Presidente (con lo que hay que tener) ante un sin fin de generalotes con gafas oscuras y cara de mala leche y así un largo etc. etc. etc., ahora Birmania, el Tibet... terriblemente nunca ha dejado de suceder, al fin y al cabo los cabrones que gobiernan bajo la bota de la opresión solo se distinguen por el color de la bandera, pero son hienas de la misma calaña, al final es el pueblo llano el que resulta aplastado por las cadenas de los tanques.
Esto es historia y como siempre, nada podemos hacer para cambiar el mundo, pero cuando se conmemora una fecha de tales proporciones se me remueven las entrañas ante la pasividad de esas grandes potencias que dan la callada por respuesta ante la injusticia y la opresión, no es justo, que alardeemos de libertadores, de demócratas, de solidarios y permitamos con el silencio, que los sátrapas de siempre vivan a sus anchas alimentándose de la sangre de sus semejantes.
No vamos a solucionar nada, pero hoy se merecen el recuerdo los/as que se sublevaron contra la tirania y con ellos todos/as aquellos/as que lo han hecho a lo largo de la historia, al menos que aquel 17 de junio de 1953 no quede en el olvido.



Inmoderación: Monstruo que ataca a todos, vence a los débiles y da como resultado la supervivencia de los más pendencieros. A. Bierce

4 Comments:

At 19 de junio de 2008, 7:37, Anonymous Anónimo said...

La política es la política, y la verdad es que siempre que alguien se rebela contra la injusticia y contra los tiranos de siempre, lo tiene que hacer solo, sin medios e incluso con el rechazo de muchos de sus vecinos, siempre ha sido asi, por otra parte, lo economico prima sobre todas las cosas y cuando se habla de dinero, los poderosos no tiene amigos ni color ni ideologia, el poder es omnipresente sea cuales sean sus ideas.
Algun dia se escribira sobre la tirania sovietica tal y como fue, de los campos de concentración de Siberia y de la falta de libertad que comporta el cumunismo.
Tienes razón Sanbernat que los tiranos no tienen color, Stalín y Hitler fueron dos personajes que tiñeron de sangre los pueblos de europa, Beria o Himmler, todos en el fondo son los mismo, tiranos.
No creo que cambiemos nada pero si es preciso no olvidar para que nunca tenga que repetirse.

Zorro

 
At 19 de junio de 2008, 12:39, Anonymous Anónimo said...

La historia esta repleta de heroes anónimos que son olvidados, solo permanecen los jerarcas, los tiranos, los reyes y aquellos que en demasiadas ocasiones no hicieron realmente nada, el hecho es que el pueblo en todos estos casos de dictaduras no es mas que la victima propiciatoria de los intereses de los poderosos, en el fondo son siempre los que ponen el culo y la vaselina y nada va a cambiar y perdon por la expresión, pero me cabrea todo esto...

Elvi

 
At 19 de junio de 2008, 23:05, Blogger PESIMISMO said...

Ahora ya no hay sangre, pero el espectáculo de los políticos es para poner enfermo a cualquiera. La señora Munar se ha enriquecido de manera fabulosa a costa de los ciudadanos que la votaron y no le pasa nada. Pero detrás de esta señora, hay otras muchas personas no tan rutilantes que están en política para ganar dinero. Prevarican y ejercen un nepotismo descarado. Y como bien decís, no sirve de nada quejarse, ellos lo dominan todo. Habría que fijarse en las expresiones de sus caras cuando salen en los periódicos, se les ven sus retorcidos pensamientos.

Y debemos estar contentos porque ahora ya no tenemos aquí al lado a los luciferes del siglo XX. Nos hemos calmado todos, ahora sólo van a por el dinero y no nos matan.

 
At 21 de junio de 2008, 8:03, Anonymous Anónimo said...

El certificado de defunción del comunismo no fue la caída del Muro de Berlín, sino su misma existencia. La suerte respectiva que corrieron los berlineses de uno y otro lado proclama la diferencia entre la sociedad libre y la sociedad cerrada, entre la democracia liberal y la dictadura.

Luís

 

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