martes, junio 03, 2008

TELEFONITOS

La Comisión Europea aprobó recientemente las normas que permitirán la utilización del teléfono móvil a bordo de los aviones para los estados miembros, tanto para efectuar y recibir llamadas como para enviar mensajes de texto.
Con el nuevo sistema que ya se esta experimentando en vuelos de Air France, los teléfonos de los pasajeros estarán conectados a una red celular que se comunicara con tierra vía satélite.
Vamos… que además de las ventajas que supone viajar encajonado, de pasar un puñetero control de seguridad para que te arrebaten la botellita de agua o las pinzas para los pelillos, hay que añadir el poder compartir las conversaciones familiares, de negocio o las mas chabacanas con el fulano/a de al lado y con los demás pasajeros, o sea en vez de una cabina de pasaje, ahora tendremos una jaula de grillos dando el coñazo durante el trayecto en tan reducido espacio, ¡¡¡una pasada!!!
A mayor abundamiento, cabria añadir todas y cada una de las musiquitas, que a modo de técnica sádica se deja un ratillo para que se aperciba el mundo de lo cachondo/a que es uno y una, ya me diréis en un trayecto de varias horas…
No estoy en contra del móvil, noooooooo, como todas las cosas tiene sus ventajas e inconvenientes es… como la vida misma, pero creo que dentro de esa asignatura famosilla (por sus detractores) de educación para la ciudadanía, se debería incluir las normas de uso en lugares públicos del telefonito. En una ocasión y durante un trayecto me entere de todos y cada uno de los problemas que acuciaban a una señorita, incluso supe que su novio era como Billy el Niño en sus relaciones (lo del pistolero va por ser de gatillo rápido), de otro, que tenía puñetero problema con la venta de las fotocopiadoras y el de una señora a la que no le entregaban la cocina a tiempo, cuando llegamos al destino, uno no sabia si despedirse en silencio de por vida o darles una abrazo a todos/as por todo lo que habíamos compartido.
Me iré a Graz, al menos allí, el Consistorio ha tomado cartas en el asunto y ha prohibido el uso de telefonía en los transportes públicos, los carteles anuncian que de llevarse encendido debe ser en silencio y solo se permite enviar mensajes, jugar o conectarse al “internete”, pero de sonidos, ruidos y musiquitas “nasti de plasti”, la medida ha sido argumentada en pro de la salud auditiva de los ciudadanos. No estaría de más que nuestras autoridades tomaran alguna que otra iniciativa a favor de nuestros sufridos tímpanos.
Hay que iniciar una batalla en pro de la salud publica y para los recalcitrantes, que se destinen áreas cerradas y perfectamente delimitadas (como las cabinas de fumadores de Barajas) para todos aquellos que no pueden estar mas de quince minutos sin ponerse el aparatito al oído. Como estos y estas que se sientan en la consulta o se ponen en la cola y de inmediato inician la conversa, para que se entere todo el mundo que tiene secretaria, que es un “jefe” de algo o simplemente que su novio, marido, o quien más la ha querido ha puesto pies en polvorosa.
Considero que el uso del móvil se ha convertido en una cuestión de educación, no hay nada que me fastidie mas que interrumpan una conversación con una sonrisita y me digan:”perdona…el móvil”, cuando esto sucede, me doy la vuelta y me los dejo con dos palmos de narices, luego dicen que soy un mal educado, Señor, Señor, que paciencia…





Paciencia: Forma leve de desesperación, que se presenta disfrazada como virtud. A. Bierce

7 Comments:

At 4 de junio de 2008, 10:30, Anonymous Anónimo said...

estoy de acuerdo contigo hemos llegado a un extremo q sin móvil no se puede vivir y resulta absurdo y creo q en los aviones no se tendria q permitir llevarlos encendidos.hoy dia el móvil se ha convertido en algo imprescindible.

 
At 4 de junio de 2008, 13:13, Blogger LaLocadelMoño said...

No deberían permitir el movil en los aviones, salvo fuerza mayor.
Como bien dices en tu post, a mi no me interesa en absouto la conversación que pueda tener cualquiera de los pasajeros, en primer lugar por que cuando viajo en este medio, necesito relajarme y un lorito con movil, al lado, no ayuda mucho y en segundo lugar, como te comentaba arriba, no me interesan las conversaciones ajenas.
De hecho el movil no me entusiasma demasiado, lo utilizo por el trabajo y para contactar con mi família.
Como ya sabes, para hacer el camino lo llevé durante todo el día desconectado, salvo por la noche para hablar con mi peque.
En fin...
Saludos!

 
At 4 de junio de 2008, 16:49, Blogger Forgiven Princess said...

Mira que puede resultar raro, pero esa necesidad por el móvil tan notable en mi generación a mí no me llama la atención..
No deberían permitir el uso, no. Si no te dejan ni llevar un inofensivo MP3, por qué deberían dejar el móvil?
Nein, nein, nein.
En fin, un besote!

 
At 6 de junio de 2008, 12:40, Anonymous Anónimo said...

Ya no podiamos llegar más lejos apreciado Javier, imaginate un avión lleno todo el mundo hablando por el movil, un gallinero humano, me acojo a tu frase creo que es, asi somos así nos va. La considerada nueva adicción en medicina, la principal diferencia de este tipo de adicción con respecto al alcoholismo y la drogadicción es que el móvil no provoca efectos físicos aparentemente, sino sólo psicológicos. “Una persona móvil-adicta puede estar muy afectada psicológicamente, pero al no tener síntomas físicos su patología pasa inadvertida a los demás”.
Algunos de los síntomas de la adicción a los teléfonos móviles son el descuido de obligaciones o actividades importantes –laborales o académicas, por ejemplo- a causa de esta conducta, la interrupción de relaciones con su círculo de amigos y familiar cercano, el no reconocimiento de esta patología y pensar continuamente en el teléfono cuando no se dispone de él, estas personas pueden llegar a deprimirse por completo cuando, por cualquier circunstancias, se ven privados del uso del teléfono durante algún tiempo.,apagar el móvil les provoca ansiedad, irritabilidad, alteraciones del sueño o insomnio, e incluso temblores y problemas digestivos.
En realidad, la adicción al móvil debe englobarse en una mucho más amplia: la de las nuevas tecnologías. “Es un reflejo del espectacular cambio de valores que se ha producido en nuestros tiempos. Del mismo modo que existió el movimiento hippie, la generación de jóvenes actuales han crecido rodeados de móviles e Internet pero, no toda la culpa debe recaer en los jóvenes puesto que, parte de la culpa de esta adicción la tienen muchos padres que le compran un móvil a sus hijos y les exigen que lo tengan siempre encendido para tenerles localizados. Yo desgraciadamente por mi trabajo debo llevarlo siempre encima, menos claro está cuando me alejo a mi mundo.

Rotweiller

 
At 8 de junio de 2008, 19:21, Anonymous Anónimo said...

Hemos llegado a tener adicción al telefonito, si te lo dejas olvidado es como si te faltara algo, como si de pronto te necesitara todo el mundo y tu sin enterarte, creo que es preciso un uso mas racional, lo de los aviones ya es coña marinera, no me veo durante todo el trayecto escuchando la vida de todas y todos, de llevarse a cabo creo que tendran que tomar ciertas medidas para salvaguardar el derecho de todos. Vivimos en ocasiones en verdadetas jaulas de grillos.

Elvi

 
At 8 de junio de 2008, 20:59, Anonymous Anónimo said...

Hola que tal a todos/as. estoy de acuerdo con todos vosotros. Realmente los humanos somos extremos, en todo lo que tocamos. Creamos internet.. todo el día internet, creamos movil..., todo el día movil. Si supieramos admismitrarnos mejor nuestros propios "inventos", no seriamos superados por el tecnicismo; dejando al ser humano como tal, victima de la civilización.
Un beso Javier.

Dolors,menorca

 
At 9 de junio de 2008, 14:20, Anonymous Anónimo said...

A mi no me gusta el móvil, lo tengo y lo uso por motivos de trabajo.
Seguro que también lo tendría, pero no me considero un adicto al mismo, tengo que reconocer que es un toca cojones y un rompe reuniones.
Por motivos profesionales tengo bastantes reuniones con arquitectos, ingenieros, etc y estoy harto tener que esperar para que cada uno rompa la dinámica de la reunión por una llamada estúpida.
Y lo que no soporto es en las conferencias que asisto, tanto profesionales, como de interés personal, tener que escuchar conversaciones de los capullos de turno que no pueden estar una hora con el móvil apagado, como si los muy entupidos se creen que no son imprescindibles.

Quieroseryo

 

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