martes, junio 10, 2008

ENTRE FOGONES

Se ha desatado la batalla de los fogones entre nuestros “grandes” cocineros, al parecer siempre ha existido esa guerra silenciosa entre la cocina fashion, cool, in, fusión, moderna, innovadora… frente a la tradicional y conservadora, siendo la excusa los aditivos, léase glutamato monosódico y todo este tipo de cosillas que ingerimos y que prácticamente nadie tiene ni puñetera idea del efecto que tienen, pero como son “in” pues… “pa” dentro.
Fue a principios de los 70 cuando Paul Becuse introdujo los conceptos de lo que llamo la “nueva cocina”, enterrando los concepto “caducos” de lo tradicional heredado de las abuelitas, para introducir conceptos innovadores, a partir de aquí, se subieron al carro de lo cool un sin fin de discípulos que con el tiempo se han convertido en verdaderos maestros de la “alquimia culinaria” siendo sus máximos exponentes Adriá, Arola o Barastegui.
Hoy, casi nada nos sorprende, hay restaurantes bajo el mar, otros en cuevas, uno en el que estuve no hace mucho que comías tumbado con musiquita de fondo, hubo instantes en que no sabia si estaba cenando o era el preludio a una orgía que se iba a inicar a los postres, otro en que durante toda la comida salía una señorita bailando la danza del vientre refregándote las caderas, con tanto espectáculo y meneo no llegue a saber que puñetas me pusieron en el plato, joder… ¡¡¡que uno no es de piedra!!!. En una palabra, todo sirve para combinar la gastronomía con el entretenimiento. Pero lo mejor, son los snobs, lugares donde te vistes informal pero de marca, te sientas y viene un fulano y te ofrece cuatro menús a elegir de comida súper guachi: sopa de vegetales al cava y nata, lo que consiste en un plato conteniendo un liquido con cosas que flotan de sabor “distinto” que duro (las conté) cinco cucharadas, de segundo gamba del Cantábrico con arroz a la no se que, que consistió en una bola como las de helado de arroz amarillento con distintos colores y con sabor a azafrán y encima UNA gamba frita con no se que aceite, todo ello decorado con un papel de tapioca y rayitas de chocolate en un plato de treinta centímetros de diámetro rectangular, el postre, pues una especie de buñuelos que al cortarlos salía humo con un helado de queso azul y pimiento, en una palabra todo por el módico precio de 150 euros por comensal (me invitaron), a la hora de salir del fashion, me hallaba con un compañero comiendo una calzone que supo a gloria, eso sí, tuve la sensación de asistir a un rito iniciatico, el que va desde la antigua cocina de toda la vida puaf puaf… a ese cúmulo de sensaciones filosóficas, abstractas, minimalistas y sobre todo fashion fashion fashion…
Uno se acostumbra al arte donde exhiben una silla rota, un agujero, hasta las heces de un famoso como obra sublime, de forma que pasa de tanta “genialidad”, pero en esto de la cocina innovadora me espero cualquier día un plato de blanco inmaculado de treinta centímetros de diámetro conteniendo un trocito de perejil con una rayita de queso fundido como cúspide de su saber hacer entre fogones, seguido de una ventosa de pata de pulpo insertada en una antena de langosta, todo al módico precio de 200 euros, al final no sabremos o mejor dicho no sabrán ni que puñetas comen.
El ser snob casi se ha convertido en un hábito social convirtiéndonos en unos incapaces para saber cuando realmente nos toman el pelo o al menos si somos conscientes de ello, nos da “súper” vergüenza admitirlo y por ello gritamos a los cuatro vientos la maravilla que hemos digerido y sobre todo lo que hemos pagado para que se fastidien los envidiosos de siempre.
Por ello, y una vez degustada la nueva cocina, por mi que se sigan tirando los trastos a la cabeza, no cambio un buen cocido o uno maragato por una trocito de gamba, por muy cool super guay fashión que sea, tradicional y conservador que es uno en estas lides, quizás no sea snob, ni minimalista, ni vanguardista en eso de degustaciones, pero prefiero ser tratado de retrogrado a pasar hambre. ¡¡¡ Buen provecho!!!.

7 Comments:

At 10 de junio de 2008, 21:47, Anonymous Anónimo said...

Los hay como el Sanbernat que tienen amigos que les pueden ofrecer una comida de 200 per capita la repera, personalmente no conozco estos restaurantes, porque mi salario no da para tanto, pero si conozco la cocina tradicional incluso con algunas innovaciones y no la cambio por tantas sutilezas, para mi que se trata de una moda para la jet set con la idea de intentar distinguirse hasta incluso con eso de la comida, asi vez a mas de una y uno gorditos y es de seguro que despues de la fashion terminan como Javier comiendo pizza o un bocata en casa, coincido plenamente contigo, prefiero ser conservador en esos menesteres y si me sale barriga pues que sea del buen llantar y el buen vino.

Zorro

 
At 11 de junio de 2008, 0:12, Blogger LaLocadelMoño said...

No puedo negar la curiosidad que me suscitan esos menús tan variopintos y en cuanto tengo ocasión los pruebo, me encantaría probar "El bulli", el restaurante del famoso Adriá, aunque creo que no será posble.
Pero no te voy a quitár ni un ápice de razón Javier, como una buena tortilla de patatas o un lomo con col, no hay nada, o mejor...un buen tombet.
Saludos!

 
At 11 de junio de 2008, 8:12, Anonymous Anónimo said...

Su precio, su ambiente, su constante publicidad, sus snobismo, hace que todas y todos queramos probar, luego su precio y su increible lista de espera hace que practicamente nos sea imposible lo que y dada la condicion humana los hace mas deseables a cuanto mas inalcanzables resultan.
Entre que todo ya nos viene congelado, las hamburguesas y toda esa comida basura y sobre todo la falta de tiempo, estamos perdiendo el placer de la comida, y sobre todo España que posea tan rica y deseada gastronomia, esto con mi Javier mantengo el capricho pero sigo con lo tradicional, aunque eso si, engorde un poco y si es un cocido maragato te quedas un par de dias sin probar bocado.

Elvi

 
At 11 de junio de 2008, 8:50, Anonymous Anónimo said...

Por favor, alguien me podría decir en qué consiste el MARAGATO?? supongo que será típico de las islas o algo así, pero para los de la península que aún seguimos cocinando cocina tradicional, pues nos vendría bien saber cómo se hace y probar a ver...un beso y gracias de antemano.

 
At 11 de junio de 2008, 14:21, Blogger Forgiven Princess said...

Uf, calla! Qué ascazo de comida, y qué pérdida de comida!
Con esos 200 € compraría yo 200 kilos de arroz y lo mandaba a África, ellos sí aprecian la comida como está mandado, y no los pijitos de ''un tallarín en un plato con un escupitajo del chef y una hoja de menta: 350 €'' todo ello regado con un vino de otros tantos... Que el don simon también es vino y vale 60 céntimos, ñe!
En fin, como una buena empanada de las de mi abuela, nada.

Un besote!

 
At 11 de junio de 2008, 16:52, Anonymous Anónimo said...

Si me lo permite nuestro apreciado Javier te contestaré a tu pregunta (Anónimo), imagino que olvidaste poner el nombre, no es nada tìpicvo de las islas, te diré que el cocido maragato es original por servirse los tres platos en orden inverso, primero se come la carne, luego los garbanzos y después la sopa, es uno de los platos tradicionales de la comarca de la magateria( León). Como tu bien sabes Javier, quien hace el Camino de Santiago suele ser parada de rigor Astorga y comerse un buen cocido Maragato y un buen vino o no Javier?. He de deciros que yo no soy amiga de los platos superelaborados donde se utiliza un plato gigantesto y colocan una porción pequeña de comida en el centro le colocan verduras y adornos por los lados todo muy mono que te da hasta pena tocar el plato.Yo prefiero las comidas donde se colocan las bandejas en la mesa y los comensales disfrutan sirviendo y compartiendo, o de lo contrario servir porciones abundantes donde la comida sea el atractivo y no una decoración.

Ratolí

 
At 11 de junio de 2008, 17:51, Blogger JavierSanBernat said...

Gracias Ratoli por tu respuesta, asi es, el Restaurante La Maragateria de Astorga es el ideal, lo complicado es iniciar el Camino al dia siguiente con la "panza", te has olvidado de la tarta y las natillas para terminar de realzar la comilona, una delicia para quien tiene verdadero hambre.
Los maragatos son uno de esos pueblos como otros muchos que sufrieron persecución en esta piel de toro, me contaron que se comia a la inversa, porque siempre comian la sopa, los garbanzos y verduras y al final la carne, pero como nunca sabian cuando vendrian a hacerles la puñeta y salir pitando, pues, se dejaban siempre la carne en la olla, logico, invirtieron los platos y si dejaban algo siempre era la sopa y no la carne, cuestión humana de supervivencia.
Me comentaron que existe un libro sobre los pueblos perseguidos de España del cual aún no he iniciado la busqueda pero debe ser interesante conocer a cuanto y cuantos hemos hecho la vida imposible durante tantos y tantos años, bueno, al fin y al cabo siempre tenemos tiempo de hacer la puñeta a alguien ¿o no?

 

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