¿35,40,48,65?

Eslovenia que ocupa la presidencia del Consejo de Ministros de Trabajo de la Unión Europea ha propuesto la ampliación de la jornada laboral pasando de un máximo de 48 a 65 horas, siendo el tiempo de trabajo de algo más de doce horas diarias, la ministra proponente ha indicado que se trata de dar una mayor protección a los trabajadores y flexibilidad en la ordenación del tiempo de trabajo, a pesar de tan loables argumentaciones se abstuvieron de votar nuestro país, Bélgica, Chipre, Grecia y Hungría. De inmediato los sindicatos han puesto el grito en el cielo, “o sea que llevamos luchando para jornadas de 35 horas y nos quieren meter 65” me comento un representante sindical, pero hay que aclarar conceptos , se trata de una directiva y no de un reglamento, por lo que ofrece enorme libertad de aplicación y mejora, en absoluto impone la semana de 65 horas sino que la permite, o sea, que en todos los casos sería el máximo de jornada laboral que se podría imponer, previa negociación entre trabajador y empresa mediante acuerdos individuales y como media por un periodo de tres meses, así mismo, se indica la negociación a colectivos especiales y que requieran una ampliación de horario. Cabe indicar que nuestra legislación prohíbe las horas extras salvo casos acreditados, así mismo podemos afirmar que son muchos, demasiados los trabajadores que las llevan a cabo “en negro”, bajo la “picaresca” tan española de eludir impuestos, “pillería” que al no ser cotizada, el “pícaro” en cuestión se perjudica en las prestaciones sociales a las que tiene derecho, pero bueno, eso, ya sería otro tema, de lo que se trata es que las empresas puedan solicitar y negociar con colectivos o trabajador en concreto un horario de trabajo por un tiempo determinado y de conveniencia a las partes hasta el máximo establecido mediante consentimiento y aprobación por escrito.
Cuando estamos a punto de alcanzar los dos millones seiscientos mil parados, cuando precisan muchas familias aumentar sus ingresos debido al coste de vida y de las hipotecas, serían muchos los que se ofrecerían a realizar jornadas superiores al tiempo legal que nos ocupa, conozco una inmensa mayoría que cumplen su horario de ocho horitas y trabajan las otras ocho, lógicamente sin afiliación a la Seguridad Social, lo que conlleva menor coste de personal para el empresario que es quien realmente sale beneficiado bajo tal “contratación” por otra parte son muchos los que no consiguen este primer empleo porque hay demasiados trabajadores “en negro”, si a ello añadimos el aumento consentido de la jornada laboral ya me diréis donde puñetas vamos a colocar a nuestros desempleados.
Se han puesto de moda los mileuristas, como también están en boga los “palanqueros” que son los que quieren percibir los mejores emolumentos con el mínimo esfuerzo, lo necesario es que de una puñetera vez se obtenga un salario digno y lo que no puede ser es que nuestro coste de vida este a nivel europeo con un SMI tercermundista, trabajar lo preciso para producir lo necesario y estoy de acuerdo en adecuar los horarios a un tipo determinado de trabajo, no por imposición sino por consentimiento tácito y como siempre, la esperanza depositada en el cupón, la quiniela, la primitiva o lo que sea con tal de conseguir el retiro anticipado y si no, pues… a currar lo que haga falta ¿o no?.



Reforma: Truco de magia que se utiliza durante una campaña política, pero se olvida en cuanto ha servido su objetivo. A. Bierce