BORJITA NO TIENE LA CULPA...

Un juez de Sevilla ha dictado Sentencia sobre un litigio matrimonial entre un adinerado personaje y su ya ex esposa, de hecho es una mas que de las que cada día se emiten en los Juzgados de Familia, en ellas, además de dividir, asignar bienes, fijar domicilios, pensiones compensatorias y dictar las obligaciones de las partes para su futuro inmediato, también se fijan las pensiones alimenticias de los hijos, que percibe comúnmente quien tiene la custodia, todo ello, dentro de la mas absoluta normalidad, por ser el pan de cada día de los jueces de familia. Algunas pensiones llaman la atención en cuanto a las cantidades que se manejan por ser inalcanzables para el común de los mortales, en este caso concreto, se fija una pensión para un niño de dos años de tres mil quinientos euros, lógicamente si el padre es un adinerado catedrático, la cuantía esta proporcionada a sus ingresos, pero, lo que si llama poderosamente la atención son las obligaciones que se imponen a la madre en cuanto al dispendio de la cantidad que mes a mes percibirá para el pequeño, servicio doméstico, colegio privado bilingüe, sanidad privada, ropa de marca, entorno elitista, educación esmerada y de prestigio etc. o sea que en base a la igualdad que tanto se preconiza resulta que el adinerado no regatea en la cantidad pero si, obliga a la contraparte a criar a su hijo como le sale de las partes al santo varón, o eso, o seguramente pierde la custodia y ¿cómo no? el efectivo.
La cuantía en principio parece un chollo, pero no nos engañemos, el primer problema surge con la elección del servicio, porque no es lo mismo una lady o mayordomo británico de la mejor escuela de York, o una prusiana por eso del orden, que una emigrante, ya me diréis que hace el “borjita” con una ecuatorianita de la mano, ¡¡¡ por Dios!!! no me imagino los comentarios del círculo de amistades. La elección de colegio, ya me los veo rellenando un sinfín de formularios ante la Consejeria de Educación para la asignación de un centro y eso para que luego te quite el sitio el hijo de un morito venido en patera, nooooo ¡¡¡que vergüenza!!!, hay que ir a uno de esos coles donde te recibe la futura tutora con el director y te explican los ideales del centro educativo mientras das un bonito paseo por los jardines contemplando las preciosas instalaciones deportivas y de formación del prestigioso centro, pero no nos engañemos, siempre tienen algún inconveniente, el uniforme no es de Armani ni de Gucci (por lo general), hay que comprarlo en el Corte Ingles, eso sí, supongo que en la sección del Gourmet que es menos asequible para el pueblo llano. Ahora lo difícil, ¿que marca le compramos?, ¿Cavalli?, ¿Dsquared?, después de recorrer las mejores tiendas y haber conseguido la ropa de diario cuando se quite el uniforme, resulta que en Loewe no tienen carteras de cole para niños, todo un engorro, ni Mont Blanc fabrica lapiceros para primaria y así podríamos enumerar un sin fin de circunstancias que en cierto modo son de difícil elección porque no basta con que sea de marca sino que hay que poseer cierta exclusividad y sobre todo el diseño, el niño o va como mandan los cánones de la pijeria o el papi nos demanda por incumplimiento y más si se entera de que el “yoyin” se limpia el culete con papel de mercadona, ahí si que nos arroja a sus abogados y con toda la razón del mundo.
Es de imaginar que el nene se criara de coña entre chacha y mayordomo, será alto, rubio, guapetón e inteligente como lo son todos sus compañeros y compañeras del entorno yupi yai, que tendrá el porvenir asegurado, incluso hasta puede llegar a ministro o mássssss, (que para eso no piden currículo), incluso puede que se dedique al fraude inmobiliario o a prevaricar (que eso en este país de países es como un salto a la fama), en una palabra, le deseo al nene lo mejor de este mundo (que de por si ya tiene garantizado por disposición judicial), y que llegue un día en que sus papis se sientan orgullosos de casarlo con la “piluca” hija del Duque de la Puñeta y que al llegar a la catedral, el pueblo desde la barrera les diga eso de “guapos, guapos”. Señor, Señor...