QUE BUENOS TODOS...
Todos exultantes, ya ha llegado la Navidad, como todos los años se implanta la tradición, las calles se visten de bombillitas que a modo de estrellitas iluminan nuestros paseos, los escaparates repletos de regalos cubiertos de porespan para recordar que es época de frío y recogimiento, las pastelerías ofrecen mazapanes, turrones y los mas variados dulces para que una vez pasadas las fiestas, los de Natur House, Herba Life y un largo etc. hagan su agosto, los crios vienen con las consabidas tiras para el sorteo de una bici o cualquier otra chorrada que les endilgan en el colegio y que en la gran mayoría de veces (para que no se diga que el crío no es espabilado con eso de la venta), se los quedan los abuelitos, los papis y las mamis, luego están los de las papeletas, venga papeletas con donativo de un euro para todos aquellas asociaciones, ONG, clubs y un largo etc. que también acaban en manos de los abuelotes, papis y mamis. Luego están los calendarios, estoy hasta donde hay que estar de ver en pelotas a todos y todas, limpiadoras solidarias, estudiantes por la paz, butaneros contra la polución, bomberos por una manguera para todos y así, un largo etc. que no se si lo hacen por solidaridad o porque no saben otra forma de como enseñar sus partes, en una palabra, que antes te ibas al taller y fijabas la vista en la exhuberante chica del calendario, ahora el Manolo tiene expuestas a su mujer por aquello de madres por la cachimba, a la abuela pro viaje a Benidorm, la niña que (eso si) también es exuberante en "patatas para todos", el niño por aquello de jóvenes por la libertad y al final el amiguete te los ofrece todos y por una buena causa al módico precio de treinta euros, para que no piense que no eres solidario con las causas de la familia y otras, te llevas el de la niña.
El afán recaudatorio hace que no solo cada día tengamos que salir de casa con 50 euros sino que nos obliga a ir por la calle escondiéndonos del acoso de los puñeteros solidarios y a mayor abundamiento dejas de ir al club, a la cafetería de siempre y a los lugares de siempre para no tener que gastarte la pasta gansa y evitando mirar a cualquier letrerito que indique un numero, por aquello de, ”joder… mira que si les toca y yo…” pues eso.
Me gusta la Navidad por toda esa solidaridad, por todo ese despelote, por todo esa dar sin pedir (eso es una gilipollada pero queda bien), esa felicidad en todos esos rostros y boquitas que te desean lo mejor, con esos papas noel de supermercado que dan pena y que cualquier criatura en su sano juicio le metería una patadita en las partes y reyes magos (que venden tambien los chinos) colgaditos de los balcones recordándonos que nos traen regalos (otra gilipollez, que también queda bien). Esas comidas de empresa y de grupo donde se olvidan las envidias, las hipocresías, los rencores y todos pasamos a vivir por unas horas en el mundo de yupi, esas gentes que vienen al despacho porque te agradecen lo mucho que has hecho por ellas y olvidando la minuta, te traen jamones, coñac, turrón, cava, ¡¡¡puros!!! y cualquier cosa que se les ocurra para mostrarte lo mucho que te quieren, o esos del banco que te llaman y te dicen que han condonado el mes de la hipoteca porque reparten beneficios, o aquel delegado que te indica que no te preocupes por los números rojos, que al fin y al cabo comunistas somos todos… en una palabra me gusta la Navidad, me encanta la solidaridad, la hermandad, el amor, la paz, los buenos deseos, los villancicos, las panderetas, las zambombas, los belenes con sus pastorcitos, el burrito, los personajes de toda la vida, ese arbolito de los chinos con lucecitas multicolores, los peces en el río, las campanas sobre campanas, oír las gracias cuando cedes el paso, o perdón cuando te importunan, o ese fulano que aguanta la puerta del metro hasta que llegas, o aquel que entra y dice buenos días, soy tan feliz y noto que me quiere tanta gente que me siento abrumado, me gusta la Navidad y sobre todo agradezco la dulce y encantadora solidaridad de la hija del Manolo…cuesta tan poco ser solidario… ¡¡¡ en Navidad!!!.
El afán recaudatorio hace que no solo cada día tengamos que salir de casa con 50 euros sino que nos obliga a ir por la calle escondiéndonos del acoso de los puñeteros solidarios y a mayor abundamiento dejas de ir al club, a la cafetería de siempre y a los lugares de siempre para no tener que gastarte la pasta gansa y evitando mirar a cualquier letrerito que indique un numero, por aquello de, ”joder… mira que si les toca y yo…” pues eso.
Me gusta la Navidad por toda esa solidaridad, por todo ese despelote, por todo esa dar sin pedir (eso es una gilipollada pero queda bien), esa felicidad en todos esos rostros y boquitas que te desean lo mejor, con esos papas noel de supermercado que dan pena y que cualquier criatura en su sano juicio le metería una patadita en las partes y reyes magos (que venden tambien los chinos) colgaditos de los balcones recordándonos que nos traen regalos (otra gilipollez, que también queda bien). Esas comidas de empresa y de grupo donde se olvidan las envidias, las hipocresías, los rencores y todos pasamos a vivir por unas horas en el mundo de yupi, esas gentes que vienen al despacho porque te agradecen lo mucho que has hecho por ellas y olvidando la minuta, te traen jamones, coñac, turrón, cava, ¡¡¡puros!!! y cualquier cosa que se les ocurra para mostrarte lo mucho que te quieren, o esos del banco que te llaman y te dicen que han condonado el mes de la hipoteca porque reparten beneficios, o aquel delegado que te indica que no te preocupes por los números rojos, que al fin y al cabo comunistas somos todos… en una palabra me gusta la Navidad, me encanta la solidaridad, la hermandad, el amor, la paz, los buenos deseos, los villancicos, las panderetas, las zambombas, los belenes con sus pastorcitos, el burrito, los personajes de toda la vida, ese arbolito de los chinos con lucecitas multicolores, los peces en el río, las campanas sobre campanas, oír las gracias cuando cedes el paso, o perdón cuando te importunan, o ese fulano que aguanta la puerta del metro hasta que llegas, o aquel que entra y dice buenos días, soy tan feliz y noto que me quiere tanta gente que me siento abrumado, me gusta la Navidad y sobre todo agradezco la dulce y encantadora solidaridad de la hija del Manolo…cuesta tan poco ser solidario… ¡¡¡ en Navidad!!!.
2 Comments:
Creo que esta solidaridad temporal es falsa y con muy poco contenido, además de tener un aspecto realmente recaudatorio, en demasiados casos no sabes donde va a parar el dinero que donas ni los fines de muchas asociaciones, incluso la venta de papeletas no es mas que la recaudación de fondos para muchas asociaciones que nada tiene que ver con las necesidades de nadie y lo mismo con los calendarios de marras, tan de moda y ya de por si nada originales.
Lo importante es que los niños siguen soñando con los regalos y es importante que no pierdan la ilusión, lo demas es hipocresia en muchos casos.
Elvi
La verdad es que temo la salida del colegio, salen todos los crios con las papeletas.
También en el bar donde tomo café, te ofrecen las participaciones, en la panadería, en el super.
Vamos que es un acoso y derribo, todo por la solidaridad, a saber donde va ese dinero.
Saludos
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