YA ESTAMOS EN NAVIDAD...

¡¡¡Llega la Navidad!!!, no hago mas que recibir mensajes en los que de una u otra forma me dicen lo bonita que es la vida, lo felices que debemos ser, incluso los hay con villancicos y sobre todo las frases esperadas de felicitación, todo chupi guay, guay…vamos, como siempre, como cada año. Quizás penséis que me he contagiado del “Pesimismo” que da título al blog del entrañable Pedro, pero no, lo que ocurre es que todo es repetitivo, sobre todo y en demasiadas ocasiones hueco, sin sentido, simplemente se dice porque es el momento, porque “toca”.
Vale, vale… es Navidad, los pajaritos cantan, los peces beben ¡¡¡en el río!!! las campanas suenan, y María saca la bota que me voy a emborrachar… no lo niego, en cierta manera las navidades son propensas a la diversión, claro esta que los hay que le dan un sentido religioso, pero en síntesis se trata de montar el belén que con los días, los mas pequeños convierten en un fuerte plagado de indios y vaqueros o de dinosaurios, esta también el arbolito repleto de bolitas multicolores del chino de la esquina, y luego rellenar con esos regalos que para economizar no te los trae el Noel ni el Gaspar, ahora y como vamos para laicos de toda la vida, los deja el “amigo invisible”.
Estas fiestas estan para que se deje a un lado la dieta y ¡¡¡venga!!! todos atiborrándose de cochinillo, sopa rellena, pavo, mazapán, turrón, cava y lo que caiga, como es Navidad pues a por todas, claro esta que al día siguiente vienen los sobrecitos de Almax, Eno, Aspirinas, pastillas para la tensión y todo lo que haga falta con tal de recuperar para, volver de nuevo a las andadas culinarias, la excusa es perfecta “como es Navidad”, pues eso.
Como todos y todas, me rindo ante las tradiciones, me veo obligado, quizás por cobardía o por educación, no se… a la asistencia de comilonas, refrigerios y apretones navideños, deseando huir de todo a cualquier parte donde sentir caer la tarde al calor de la chimenea y despertar junto a mi sueño, recelo de todo aquello que considero hipocresía navideña, pero dentro de mi, en esa constante duda de tantas cosas, dejo que nazcan ilusiones y pido que las cosas cambien, ante la duda, me dejo llevar por la magia, por ello, y a pesar de tanto materialismo, creo que siempre habrá un instante para la poesía, para el recuerdo, para la sonrisa. Quizás sea en estos días cuando nos sensibilizamos para ello, seguiremos soñando sin dejar que el mundo nos arrastre, creyendo sin creer, ilusionándonos sin apenas ilusiones y soñando en torno a una mesa donde celebramos los éxitos, las despedidas, reafirmamos las amistades, compartimos mantel, evocamos tiempos pasados y exponemos nuestros proyectos futuros, al fin y al cabo no podemos olvidar que el calor no lo da el fuego de la chimenea sino el cariño que compartimos. FELIZ NAVIDAD.