SUS MAJESTADES Y OTROS ...

Se acabaron ¡¡¡por fin!!! las comilonas y las felicitaciones, ahora nos queda dar la bienvenida a sus Majestades de Oriente y sobre todo compartir la ilusión de los más pequeños. Creo que albergamos aquella infancia repleta de ilusiones hasta que aparecía el amiguete mas avezado que nos ponía al día, luego estaba la duda ¿a quien creer?, por si acaso uno se hacia el remolón y a la chita callando “no sea cosa que la pifie y no me llegue nada”, luego un buen día, saque conclusiones, “si los reyes las traen, porque puñetas las venden, ¿no las regalan?”, luego descubrí que una de sus majestades era Pedro, el guardia municipal y aquí si que desaparecieron las dudas.
Como en todo, existen división de opiniones, ¿Reyes de Oriente o Noel?, los hay que mantienen la tradición de los primeros por eso de la creencia, lo que no entiendo es la rivalidad, porque… San Nicolás no era precisamente protestante, pero bueno, lo que importa es que venga alguien a traer algo ¿o no?
En cierto modo se mantiene la tradición, no es lo mismo la cabalgata donde se les saltan los ojos a los pequeños que el Noel de la calle comercial que flaco favor le hacen al Santo, aunque en lo que si hemos llegado a la semejanza es en ese bodrio de muñequito de rojo o de los tres magos sujetos a la cuerda y colgados en los balcones que dan esa imagen populachera de algunos barrios, pero bueno, al fin y al cabo y como el Xin Xin los vende baratos pues… siempre se esta a tiempo de la horterada, aunque sea Navidad.
Hoy, lo malo de esto es que la falta de liquidez que, de hecho siempre se saca de donde se puede para estos menesteres, o el precio, que constituye un puñetero inconveniente y el otro es ¿que puñetas regalamos “si tienen de todo”?, por eso ha surgido, se esta imponiendo, uno que es laico, sin compromisos religiosos al que llaman “el amigo invisible”, que de invisible nada de nada, porque al final se sabe quien es el desgraciado/a que nos ha regalado la chorrada del año, que mas que un obsequio algunos se asemejan a un insulto y lo peor, es que tienes que sonreír y hacer buena cara mientras te explican lo bonitos que son los gayumbos con el ratoncito riendo sobre la parte de las partes, qu epuestos no sabes la contraparte si vas de "marcha" o de cachondeo.
Lo cierto es que los regalos navideños es la evidencia del paso del tiempo, uno pasa de recibir de todos, a no tener un duro para regalar y poder justificarlo, a dar a todos sin recibir casi nada, y luego a volver a recibir sin poder dar nada de nada, es como el ciclo de la vida o algo así.
En una palabra, os deseo los mejores presentes, no dejéis comida en el balcón que tal y como esta este país de países igual lo roban en cuestión de minutos y que no os toque un desagradecido de “invisible”, y si no os traen lo deseado, pensad que nunca será peor que el “paquete” que le ha caído a la vieja Europa con su nuevo presidente, no es un consuelo pero… ayuda.