BABY BOOM

Soy de los pocos a los que no le entusiasma el futbol, aunque y dado que los medios no paran de machacar día a día con todo lo que conlleva la Liga, uno, a la fuerza, se tiene que enterar de lo que acontece y en mi caso a “grosso modo”, pero no puedo evitar saber que al fulano de turno le duele la rodilla o que al otro endiosado le van a caer dos partidos por romperle la nariz a un contrario, de hecho, noticias de este tipo, se anteponen a la de otros deportistas que acaban de ganar la copa del mundo en otra modalidad y que tristemente pasan por los telediarios sin pena ni gloria. Se mueve mucho efectivo y por supuesto se reparten el pastel entre unos y otros, siendo algunos pocos lo que dan y muchos los que paran la mano, de hecho, no deja de ser un espectáculo donde una gran mayoría paga por ver como juegan sus idolatrados millonarios.
Conozco gente que se aburre cuando no hay liga, otros que se pasan toda la semana leyendo única y exclusivamente los periódicos que hablan de futbol y por supuesto, los fines de semana se apasionan en el estadio, en casa mordiéndose las uñas o en el bar con los otros compinches de afición, tomándose las cervecitas y caldeando el ambiente, eso, si además de visionar el partido, no tienen la oreja pegada al transistor para no perderse ni un minuto de los otros encuentros, vamos… de locura patatera.
Pero lo que me ha llevado a comentar sobre el futbol, ha sido la incidencia que tiene en las relaciones de pareja, al parecer las victorias del equipo, el éxtasis de contemplar al capitán levantar la copa, produce lo que se denomina el “Gaby boom”, para mas datos, después de la victoria del Barça contra el Madrid y posteriormente sobre el Chelsea que supuso el pase a la final de la Champions, ha conllevado que transcurridas unas cuarenta semanas se haya producido un 45% de incremento de partos en Cataluña. Dadas las estadísticas, ahora resulta que el incremento de la población no esta ligado a la economía, ni a la emigración, sino a los resultados, me cuesta creer que haya individuos a los que les sube la libido cada vez que un figura marca un gol o que les da por la jodienda cada vez que pierde el contrario o les produce una erección pensar en el golazo del Messi de turno, pero al parecer, deben ser muchas las damas que ven salir la “fiesta” por la ventana cada vez que el equipo del alma pierde, es de imaginar la apatía que nace en el hogar no estando el Manolito para fiestas, no cena, esta cabizbajo, triste, depresivo, porque no solo es que pierda el equipo de sus amores, sino que durante toda la semana tiene que aguantar el choteo de los contrarios, y si añadimos que pierde las ganas de mojar, pues ahí esta el pobre…, con su cervecita y su “pinganillo” caído.
Ahora entiendo a un compañero que se compro los DVD de las finales de copa de Europa de su Madrid del alma, ahora lo entiendo… a los verdaderos aficionados, no les pone ni las piernas de la Beyonce, ni el culito de Jennifer López, ni los morretes de la Jolie, incluso a algún sado masoca puedo entender que le ponga el careto de la Esteban, así en plan “ven aquí que te mato corderaaaaaa” pero que les “levante” el ánimo las victorias de su equipo, es otra cosa.
Pues nada, me alegro por los damas, sufridas parejas de los aficionados del Barca y un compartir suspiro desesperado para las del Madrid y no digamos del Atletico, al fin y al cabo la vida es así, no se puede tener todo. ¿O no?