AMORES QUE MATAN

Con el tiempo creo que a nadie le asombra casi nada en cuanto a cuestiones de sexo, hoy por hoy, aceptamos lo que hay y lo que sale, y, hemos aprendido a reírnos de lo que había, quien no se tome así este tipo de cosas pues… el/ella se lo pierde, excepto claro esta, cuando las practicas nos llevan a menores, vejaciones o rozan la categoría de psiquiátrico.

Las practicas sexuales están en el orden del día excepto para los hijos de la Gran Bretaña o mejor que se lo pidan a Robert Steward, que esta a la espera de Sentencia después de haber sido juzgado por “alteración del orden público” y, de seguro pasara a engrosar la lista de “agresores sexuales”. ¿Motivo?, el susodicho alquiló una habitación en el Hostal Aberley House en la ciudad de Ayr en Escocia, y en ese lugar fue sorprendido por dos empleadas que lo hallaron “semidesnudo, sosteniendo una bicicleta con ambas manos mientras movía sus caderas hacia adelante y atrás simulando el acto sexual”, ante el “show” y la “escena” las camareras dieron aviso de inmediato al “dire” y este alarmado (el tonto laba) puso el hecho en conocimiento de la policía y aquí se armo la “marimorena”.
En el relato de lo hechos se indica, aunque no se acredita, que nuestro apasionado personaje tenia el pene erecto introducido entre los muelles justo debajo del sillín, no se dice si llevaba o no preservativo, lo que en cierto modo hubiera podido ser un atenuante al no saber si existe consentimiento de la bici y tomar el actor las debidas y prudentes precauciones, me pregunto: ¿ como se puede condenar a un fulano por fornicar con su bicicleta?, hasta donde se ha llegado en el país de la Rubia Albión, ¿que hay de malo en que uno alquile una habitación, y se dedique a pasar una noche de locura amorosa con su bici?, ¿a quién se perjudica al sentir la exhuberancia sexual sintiendo el liso y frío metal de los muelles, el acariciar el cuero que cubre el objeto del deseo, en besar cada centímetro del manillar y sentir el tacto suave y aterciopelado del farolillo mientras la luz del piloto trasero destella, como objeto sublime del placer?.
Robert pasara a ser un reo incomprendido, condenado por curiosidad, por experimentar, por llevar mas allá el agradecimiento a quien soporta su pedaleos y comparte sus paseos mañaneros, no entiende la justicia la simbiosis que ha nacido entre la bici siempre sumisa y callada con su adorable usuario, eso por mucho que lo explique nuestro querido enamorado no lo puede entender un tribunal que se ajusta a derecho, ellos, esos de la peluca y toga solo ven el acto “obsceno” de un miembro erécto, penetrando en un humillado sillín y como agravante la visión “de horror” de las dos camareras que vieron las embestidas, no lo entienden, como tampoco lo podrá apreciar (creo) su adorada y ahora despechada esposa, los vecinos, los amigos, ¡¡¡en el trabajo ¡!! como explicar la visión excitante del aluminio encogido a modo de espiral colocados como barreras infranqueables para alcanzar el paraíso del éxtasis, como hacer que los/as “ignorantes” puedan entender tan sublime y personal acto de placer.
Lo cierto es que la soledad permite ciertas liberalidades en cuanto a fantasear o intentar curiosear en este mundo del placer, me viene a la memoria aquella situación en la que se cazaba una mosca, se le cortaban las alitas y dentro de la bañera se sacaba el prepucio y rodeado en forma de “isla de placer” se colocaba a la “sin alas”, el cosquilleo según decían los entendidos en la materia, producía placer, la verdad es que en cierta ocasión estuve tentado, pero siempre y a esa temprana edad, pensaba que si por puñetera casualidad moría en el instante masturbador, de la bañera me iba a las llamas eternas del infierno y eso, queráis o no ,imponía, joder si imponía…y luego a quien le gusta ser testigo del ahogamiento de la mosca, después de lo que se había compartido con ella…
Los comercios especializados dedican gran variedad de productos que despiertan la curiosidad y en algunos caso adicción de los/as onanistas, la ventaja es que quien se lo monta en soledad se lo hace como le place, sin tapujos, sin compromisos y si utiliza un aparatito de látex, cualquier artilugio o una gama excelsa de la huerta o la bicicleta, pues allá el o ella con sus gustos, al fin y al cabo al final nunca se obtienen reproches excepto los pecaminosos que dañan a la propia conciencia, (eso para quienes la poseen en estos menesteres).
Ya metido en el tema, averiguo que en 1993 un fulano de Logroño, fue hallado a las tres de la madrugada sobrio, tendido sobre la acera y con el pene introducido en una grieta de la misma, ¡¡¡fornicando!!!, otro al que se hallo muerto junto a su amada gallina con quién mantenía una “relación” y así un sin fin de actos y hechos relacionados con el sexo que al principio dan risa, luego te paras a pensar y apercibes la locura imaginativa de los pobres humanos.
Ayer miraba y remiraba el sillín de mi bici, quieto, callado, sumiso y revolteando una mosca, pero, ni para una cosa ni otra no me veo, no me veo…






Placer: Emoción nacida de algo que es ventajoso para uno y desastroso para los demás.