¿HONORABLES?
De un tiempo a esta parte la mayoría de parlamentos autonómicos han aprobado que todos y cada uno y una de los y las presidentas tengan con carácter vitalicio el tratamiento de Honorables, Excelentísimos etc. tal y como tuvieron en su día durante su mandato fuere este por el tiempo que fuere, a menos que hubieren cesado por disposición judicial, nada que objetar en cuanto a los tratamientos que considero protocolarios e inherentes al cargo pero en desacuerdo cuando se otorgan a la persona.
Es conocido que los ex presidentes del Estado gozan de por vida de paga vitalicia, escolta, vehículo oficial y personal administrativo con cargo a la Administración, así como la paga que tienen los ex ministros y no digamos de los señores y señoras diputados/as, que en plan coña es más o menos equiparable a la que le corresponde por jubilación después de 20 años de trabajo a todos/as de cada uno/a de sus administrados/as y eso si no se ha fallado un mes de cotización, pues… la no contributiva, que da para suplemento después de contabilizar las limosnas obtenidas en cualquier esquina.
Con el tiempo y dada la continua sucesión de presidentes/as de gobiernos y de parlamentos es de seguro que se creara alguna asociación o sindicato reivindicativo de “ex” en cuanto a la exigencia y negociación de conceptos retributivos y demás derechos, no creo lleguen a la huelga sus honorables o “ismos”, dado que cualquiera de nuestros políticos puede alcanzar el cargo presidencial, siempre será aprobada la petición por mayoría, tal y como ocurre cuando se somete a votación la subida de sus emolumentos.
Hoy por hoy, el ser conde o duque o marques no es más que una simpleza que queda de coña si se tiene una viña, incluso existe una asociación de “nobles” y conozco a alguno que en las tarjetas de visita te pone el título nobiliario, Pepín Chachi de Castro y Villorrio, Conde de Aquí y Allá, incluso nuestro bien amado Juan Carlos dota de títulos a quien le viene en gana , o sea, que aunque tengas la sangre echa una mezcolanza y no se vea el azul por ningún lado, entras en Palacio siendo Juanito X y sales “Duque de cualquier cosa”.
Tener un título o poder ejercer de excelentísimo también tiene sus ventajas, además si se tiene alguno/a conocido/a, recibir en casa una invitación de comunión que te diga: los Excelentísimos Señor y Señora Gutiérrez Pipote le participan… o esa de los Marqueses de Santo Olivo y Señores de su terruño” le comunican… joder… es para guardarlas o dejarlas encima de mesa para que las visitas la vean, así como el que no quiere la cosa, es todo una gozada eso de predicar que se codea uno/a con la flor y la nata de la alta “societee”, de esos y esas a las que las marujas gritan guapooooooosssssssss.
Hay ocasiones en que lees las esquelas y hallas el nombre del “ismo” señor o señora con la relación de títulos que ostentaba, hasta en las lapidas se pueden ver. “aquí yace el “Excelentísimo Señor D”, en estos casos la visión constituye un consuelo… ¡¡¡ se mueren como nosotros!!!
En una palabra que me fastidia eso de que un fulano/a sea “ismo” u honorable toda su puñetera vida y más cuando se predican tanto nuestros derechos constitucionales en cuanto a la igualdad y la no discriminación por razón…no se, igual con el tiempo y con tantos honorables vamos a tener que volver a la revuelta popular a lo que los franceses denominaban “jacqueries”, como me decía un buen amigo : “lo que me jode, no es que haya tanto tratamiento, sino el hecho de que a mi no se me de ninguno”, así somos y así nos va, como siempre.
Es conocido que los ex presidentes del Estado gozan de por vida de paga vitalicia, escolta, vehículo oficial y personal administrativo con cargo a la Administración, así como la paga que tienen los ex ministros y no digamos de los señores y señoras diputados/as, que en plan coña es más o menos equiparable a la que le corresponde por jubilación después de 20 años de trabajo a todos/as de cada uno/a de sus administrados/as y eso si no se ha fallado un mes de cotización, pues… la no contributiva, que da para suplemento después de contabilizar las limosnas obtenidas en cualquier esquina.
Con el tiempo y dada la continua sucesión de presidentes/as de gobiernos y de parlamentos es de seguro que se creara alguna asociación o sindicato reivindicativo de “ex” en cuanto a la exigencia y negociación de conceptos retributivos y demás derechos, no creo lleguen a la huelga sus honorables o “ismos”, dado que cualquiera de nuestros políticos puede alcanzar el cargo presidencial, siempre será aprobada la petición por mayoría, tal y como ocurre cuando se somete a votación la subida de sus emolumentos.
Hoy por hoy, el ser conde o duque o marques no es más que una simpleza que queda de coña si se tiene una viña, incluso existe una asociación de “nobles” y conozco a alguno que en las tarjetas de visita te pone el título nobiliario, Pepín Chachi de Castro y Villorrio, Conde de Aquí y Allá, incluso nuestro bien amado Juan Carlos dota de títulos a quien le viene en gana , o sea, que aunque tengas la sangre echa una mezcolanza y no se vea el azul por ningún lado, entras en Palacio siendo Juanito X y sales “Duque de cualquier cosa”.
Tener un título o poder ejercer de excelentísimo también tiene sus ventajas, además si se tiene alguno/a conocido/a, recibir en casa una invitación de comunión que te diga: los Excelentísimos Señor y Señora Gutiérrez Pipote le participan… o esa de los Marqueses de Santo Olivo y Señores de su terruño” le comunican… joder… es para guardarlas o dejarlas encima de mesa para que las visitas la vean, así como el que no quiere la cosa, es todo una gozada eso de predicar que se codea uno/a con la flor y la nata de la alta “societee”, de esos y esas a las que las marujas gritan guapooooooosssssssss.
Hay ocasiones en que lees las esquelas y hallas el nombre del “ismo” señor o señora con la relación de títulos que ostentaba, hasta en las lapidas se pueden ver. “aquí yace el “Excelentísimo Señor D”, en estos casos la visión constituye un consuelo… ¡¡¡ se mueren como nosotros!!!
En una palabra que me fastidia eso de que un fulano/a sea “ismo” u honorable toda su puñetera vida y más cuando se predican tanto nuestros derechos constitucionales en cuanto a la igualdad y la no discriminación por razón…no se, igual con el tiempo y con tantos honorables vamos a tener que volver a la revuelta popular a lo que los franceses denominaban “jacqueries”, como me decía un buen amigo : “lo que me jode, no es que haya tanto tratamiento, sino el hecho de que a mi no se me de ninguno”, así somos y así nos va, como siempre.
Leído en una pared de la Universidad de Barcelona hace ya muchos años: “Si la mierda fuere dinero, los pobres nacerían sin culo”.