"SPANKING"
Siempre me ha despertado cierta curiosidad eso del sado-masoquismo, incluso he leído los planteamientos de sus estudiosos y lo cierto es que hay material suficiente dentro de la psiquiatría para dar respuesta a muchas incógnitas sobre la condición humana en lo del sufrir y causar dolor, aparte de su bagaje científico, llama poderosamente la atención el hecho de que haya gente que se dedique a pasar un ratillo poniendo a caldo a la contraparte que, soporta con benevolencia el castigo para alcanzar el éxtasis. No negare, que sin necesidad de vestirme de sargento de la gestapo hay días que me encantaría darle un par hostias a mas de uno, sobre todo a ese que no se porque aparece de vez en cuando para tocarte lo que se toca en estas ocasiones, eso sí, no se si me daría la risa de hacer uso de toda esa parafernalia de trajecitos, collares, capuchas, cadenas, pelotillas y más cuando (no es mi caso que conste) se posee esa barriguilla cervecera, no se, lo cierto es que con esa guisa, mas que una relación sado-maso se convertiría en un cachondeo.
Pero bueno, a lo que iba, hoy ya esta en desuso todo eso, ahora lo que prima es el “spanking”, en esa técnica uno/a se denomina “spanker” y el otro/a “spankee” y todo consiste en dar durante cinco minutos o sea en fase preliminar, unos azotes en las nalgas a la contraparte, los expertos en la materia indican que tal practica es muy efectiva para alcanzar el orgasmo, siempre y cuando se sepa aplicar la técnica. Como supondréis no se trata de agarrar a la pareja a manotazo limpio, ni tampoco de darle un toquecito como quien no quiere la cosa, los expertos aconsejan que sea la mujer quien marque las pautas, que diga en que momento justo debe iniciarse el spanking y al mismo tiempo indicar de que forma se debe regular la intensidad del mismo, o sea que: Manolo no me des tan fuerte, Manolo ahora para, Manolo un poquito más, Manolo que manazas tienes, Manolo que te pasas, Manolo que intensiiiiidad, Manolooooooooooooooo, o algo así ¿no?.
Hay que ver como cambian los tiempos, te pasas tu infancia recibiendo de vez en cuando palmaditas en el trasero por parte de los progenitores a modo de castigo y ahora resulta que es una técnica de coña para alcanzar el clímax, ahora entiendo porque había algunos que continuamente hacían trastadas para sufrir el castigo, vaya por dios, claro, ahora lo entiendo, así estaban ellos cuando te decían: “no preciso masturbarme, eso es un vicio”, cabroncetes iban sobrados de orgasmos con tanto castigo, por ello, la herencia es que esta en la normalidad cuando según las estadísticas son mas del 50 % las parejas encuestadas que admiten haberlo llevado a la practica alguna vez.
Vale pues, se acabo eso de un palmadita en la nalga seguido de ¡¡¡guapa! o ¡¡¡guapetón!!! o eso de que ¡¡¡que no me entere que ese culito pasa hambre!!! Nooooooo, ahora lo suyo es: ¿Qué?, ¿quieres un poco de spanking? ¿o ese de: ¡¡¡te voy a poner el culo como un tomate!!! Siiiiiiiiiiii, cielo, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Que tiempos Señor…
Pero bueno, a lo que iba, hoy ya esta en desuso todo eso, ahora lo que prima es el “spanking”, en esa técnica uno/a se denomina “spanker” y el otro/a “spankee” y todo consiste en dar durante cinco minutos o sea en fase preliminar, unos azotes en las nalgas a la contraparte, los expertos en la materia indican que tal practica es muy efectiva para alcanzar el orgasmo, siempre y cuando se sepa aplicar la técnica. Como supondréis no se trata de agarrar a la pareja a manotazo limpio, ni tampoco de darle un toquecito como quien no quiere la cosa, los expertos aconsejan que sea la mujer quien marque las pautas, que diga en que momento justo debe iniciarse el spanking y al mismo tiempo indicar de que forma se debe regular la intensidad del mismo, o sea que: Manolo no me des tan fuerte, Manolo ahora para, Manolo un poquito más, Manolo que manazas tienes, Manolo que te pasas, Manolo que intensiiiiidad, Manolooooooooooooooo, o algo así ¿no?.
Hay que ver como cambian los tiempos, te pasas tu infancia recibiendo de vez en cuando palmaditas en el trasero por parte de los progenitores a modo de castigo y ahora resulta que es una técnica de coña para alcanzar el clímax, ahora entiendo porque había algunos que continuamente hacían trastadas para sufrir el castigo, vaya por dios, claro, ahora lo entiendo, así estaban ellos cuando te decían: “no preciso masturbarme, eso es un vicio”, cabroncetes iban sobrados de orgasmos con tanto castigo, por ello, la herencia es que esta en la normalidad cuando según las estadísticas son mas del 50 % las parejas encuestadas que admiten haberlo llevado a la practica alguna vez.
Vale pues, se acabo eso de un palmadita en la nalga seguido de ¡¡¡guapa! o ¡¡¡guapetón!!! o eso de que ¡¡¡que no me entere que ese culito pasa hambre!!! Nooooooo, ahora lo suyo es: ¿Qué?, ¿quieres un poco de spanking? ¿o ese de: ¡¡¡te voy a poner el culo como un tomate!!! Siiiiiiiiiiii, cielo, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Que tiempos Señor…