HACERSE MAYOR
Los años pasan volando, cuando se hallan y miran viejas fotos, nos apercibimos que el tiempo no pasa en balde, pero así es la vida y también es hermoso el envejecer, ver pasar los años si se goza de salud, no dejando de tener proyectos e ilusiones, lo que hace muchos años era impensable en cuanto a las residencias, hoy es habitual que a medida que uno se vuelve mayor vaya pensando en una vivienda tutelada, una residencia que “este bien” o una de las que proporciona la Administración, se tiene muy claro que los hijos y las nueras y las hijas y los yernos, no pudiendo ni tan siquiera tener a los hijos con tanto trabajo no van a cargar con el viejete, estamos asumiendo nuestro futuro de “mayores” y nos preparamos para ello, estamos dejando de ser egoístas y no pretendemos que nos quiten los pañales porque nosotros también lo hicimos, en todo caso si no se asume la circunstancia de vivir una vejez en compañía de los de nuestra generación es muy posible que la rabia y la imposibilidad te lleven antes bajo tierra.
Los mayores votan, ya lo saben los políticos que los tratan de coña, para que los voten o porque con tanto agasajo hacen que se olviden de las pensiones de mierda de cobran muchos de ellos, pero lo cierto es que se los llevan de viaje por cuatro perras y como es lógico les ofrecen “buffet libres” para que por unos días se olviden del azúcar, del reuma, del úrico, de la espalda etc., también no se si estos viajes los hacen para tenerlos distraídos o para que se atiborren y les de el yuyu, (también tengo mis dudas en cuanto a la posible mentalidad económica de algunos dirigentes), en cierto modo es mejor que la solución aquella de la peli de Heston creo se llamaba “Soliengrin” o algo así que los convertia en pastillas energéticas.
Lo que esta claro es que los clubes, las asociaciones, los centros de mayores se han convertido en un lugar privilegiado para obtener ganancias, unos con votos y otros vendiendo productos “estrella”, los recogen en un precioso autocar a primera hora de la mañana, los llevan de "excursión" a un lugar donde han ido todos mil veces, luego después de la visita de rigor, los llevan a algún lugar para que coman de todos aquello que tienen prohibido por prescripción facultativa, luego otra visita, para terminar en un restaurante donde les dan aperitivo, paella, helado, tarta y café, luego los meten en una sala donde un fulano/a les hace una demostración de una manta que quita el reuma, de una bici que quita la artrosis, de un colchón que repone la columna en su sitio, de una estufa que con cuatro perras calienta lo inimaginable, de un sillón que da masajes etc., luego incluyen con la compra dos ollas, o cualquier objeto que sea susceptible de regalar al hijo/a o nieto/a, todo por módicos precios que superan los dos mil euros que pueden pagar en varios plazos, eso si, hay que dar 100 euros al formalizar la comanda que pierden si luego por cualquier causa se anula el pedido, luego cuando la familia se entera de la "animalada" que han hecho comprando el “producto”, llama a la empresa mentando a la madre que los parió, y esta amablemente, les dice que si, que si, que no se enfaden, que anulan el pedido, pero que eso si… pierden el dinero de la comanda que lo tienen firmado, vale pues, al menos nos hemos ahorrado mil novecientos euros, se le dice a los abuelotes que no se repita que esos son unos sinvergüenzas y a temblar de nuevo en la próxima excursión.
Luego están las empresas con imagen televisiva y campaña que previo pago a un sinvergüenza prevaricador, les proporciona filiación, domicilio y renta de los viejecitos, un día se presenta un/a fulano/a que dice ser de GAES (por ejemplo) y les dice que viene a hacerles una prueba de audición, claro esta, un abuelete de 84 años es de imaginar que algo tendrá jodido en el oído, luego después del diagnostico domiciliario les enrosca un audífono de dos mil euros y como siempre los famosos 100 por adelantado, es el mismo “modus operandi”, luego llega la familia y lo mismo de lo mismo.
En una palabra que además de lo que jode volverse viejo, tienes que asumir que te traten como un verdadero idiota, que cada vez que sales de viaje o de excursión la familia te pegue unas broncas impresionantes por la forma en que gastas TU dinero, luego tienes que soportar visitas de “expertos” que te dicen que estas sordo, en una palabra hay que prepararse para seguir luchando contra la adversidad hasta que llega la hora, luego, si existe un mundo eterno seguro que La Caixa tendrá alguna urbana para que luego venga un cobrador y te diga toda la eternidad que te fuiste del mundo sin cubrir el descubierto, y a todo añadir la inapetencia sexual que eso también no deja de ser una putada o la impotencia senil, si a ello le añadimos que no podemos comer chocolate como sustituto, ya me diréis para que sirve volverse viejo.
Me gustaría vivir eternamente, por lo menos, para ver, cómo en cien años, las personas cometen los mismos errores que yo. Churchill